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España y Marruecos llevan más de un año negociando la creación de aduanas comerciales en Ceuta y Melilla, pero no han logrado acordar más que la realización de tres pruebas piloto. La correspondencia mantenida a lo largo de estos meses entre los responsables de aduanas de ambos países, a la que ha tenido acceso EL PAÍS, revela que el calendario pactado no se ha cumplido, pese a que el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha insistido repetidamente en que sigue en marcha “la hoja de ruta acordada”. Las misivas evidencian que aún queda mucho por hacer y que la apertura es incierta.
La reapertura de la aduana comercial de Melilla —cerrada unilateralmente por Rabat en agosto de 2018— y la creación de una nueva en Ceuta era uno de los principales hitos pactados para la nueva etapa de relaciones con Marruecos iniciada en marzo de 2022, cuando el Gobierno de Pedro Sánchez, tras cuatro décadas de neutralidad, posicionó a España a favor del plan marroquí de autonomía para el Sáhara Occidental. Hasta que llegó la pandemia en 2020, el intercambio comercial ente las dos ciudades autónomas y Marruecos estaba dominado por el contrabando que realizaban las porteadoras. En la actualidad, sin ese tránsito de mujeres y sin la aduana de Melilla, no existe ningún intercambio de mercancía, ni legal ni ilegal.
Ambos países están de acuerdo en no volver al modelo anterior, ya que la presencia de aduanas significa comercio legal y con garantías —entre otras, de salud pública—, pero no tienen la misma prisa. El intercambio comercial de Ceuta y Melilla con Marruecos no tiene tanto peso económico como simbólico: la normalización del paso de mercancías supondría el reconocimiento tácito por parte de Marruecos de la soberanía española en las dos ciudades, a las que Rabat, en otros foros, sigue refiriéndose como “ciudades marroquíes”.
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Las cartas que los responsables de Madrid y Rabat se han enviado en estos meses demuestran que Marruecos ha ignorado sus compromisos en esta materia, incluidos los plazos, tal y como reveló EL PAÍS el 10 de mayo. Mientras España insiste en que ya está lista para avanzar en más pruebas piloto y pide fechas concretas para superar la fase de los ensayos y pasar a la definitiva, Marruecos alega que los test realizados no son “concluyentes” e insiste en hacer más y evaluarlos “antes de considerar cualquier otra operación”. Rabat reclama, además, más cooperación española en la lucha contra el contrabando.
Madrid pretendía dedicar todo el mes de mayo a hacer intercambios diarios de mercancías, incluyendo productos de origen vegetal y animal —que requieren inspección sanitaria y un cambio en la normativa marroquí— para dar por concluida la fase de pruebas, como máximo, en julio. Pero lo ocurrido está lejos de parecerse a la propuesta española: en mayo apenas se ejecutó una prueba de importación y exportación, el día 25. Tras ella, sigue sin haber concreción, mientras el adelanto electoral del 23-J arroja nuevas incógnitas sobre la continuidad de las negociaciones. El Ministerio de Exteriores, a preguntas de este diario, no ha querido hacer comentarios sobre esta información.
La cronología que sigue resume los modestos avances obtenidos en un asunto que España considera crucial:
31 de enero. La directora del Departamento de Aduanas e Impuestos Especiales del Gobierno español, Pilar Jurado, se dirige a su homólogo marroquí, Abdelatif Amrani, para comunicarle su “satisfacción” por el “éxito” de la primera expedición comercial piloto realizada el 27 de enero, consistente en el paso de sendas furgonetas con productos de higiene personal y aluminio, respectivamente, desde España a Marruecos por los pasos de El Tarajal y Beni Enzar. De acuerdo con sus sucesivas comunicaciones y las reuniones mantenidas, Jurado le remite su propuesta actualizada del calendario para abrir las aduanas. El planteamiento es empezar a hacer pruebas diarias del 15 de febrero al 15 de marzo con productos no alimentarios y que no tengan origen ni animal ni vegetal. La primera operación para enviar productos de origen animal sería el 1 de mayo y se mantendría durante todo el mes, de lunes a sábado, como máximo hasta el 1 de julio.
2 de febrero. Los jefes de Gobierno de España y Marruecos, Pedro Sánchez y Aziz Ajanuch, presiden en Rabat la XII Reunión de Alto Nivel (RAN), con una docena de ministros por cada parte. Aunque se esperaba que el rey Mohamed VI recibiera al mandatario español, la audiencia no se produce al encontrarse el monarca fuera del país. El punto 42 de la declaración conjunta tras esa cumbre reitera el compromiso de ambas partes con “la plena normalización de la circulación de personas y mercancías […] a nivel terrestre y marítimo”, un compromiso ya adoptado en abril de 2022, cuando los dos países escenificaron su reconciliación tras un año de crisis diplomática con la primera visita de Sánchez a Rabat. A la vista de las conclusiones de la prueba piloto del 27 de enero, añade, se realizarán más pruebas “según el calendario acordado para superar cualquier posible eventualidad”.
24 de febrero. Se lleva a cabo la segunda prueba piloto de exportación de mercancías desde Ceuta y Melilla.
14 abril. Una delegación española, con miembros de varios ministerios, viaja a Rabat para negociar los siguientes pasos. Los españoles se marchan con el compromiso marroquí de que en mayo se dedicará a hacer pruebas diarias que, en algún momento, incluirán productos de origen animal y vegetal. Quedan, según fuentes conocedoras de la reunión, en plasmar los siguientes pasos por escrito.
19 de abril. Cinco días después del encuentro en Rabat, Pilar Jurado escribe a su homólogo marroquí, Abdelatif Amrani: “Le envío la actualización del calendario aduanero acordado”. Este nuevo calendario que, según alegó Albares, no se hizo público por “motivos de seguridad”, retrasa algunos pasos respecto a la propuesta de enero, pero asume que ya en mayo se harán pruebas diarias. En su misiva, Jurado comunica que España está “lista” para importar productos sujetos a controles sanitarios, los de origen animal. “Le agradecería que nos confirmara lo antes posible la fecha en la que la parte marroquí estará preparada para realizar el envío de este tipo de productos”.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el primer ministro marroquí, Aziz Ajanuch, durante la Reunión de Alto Nivel en Rabat en febrero.JALAL MORCHIDI (EFE)
21 de abril. En una nueva carta, el director general de la Administración de Aduanas de Marruecos ignora la propuesta española de dedicar el mes de mayo a pruebas diarias y no responde a la petición de su homóloga de fijar una fecha para el intercambio de productos de origen animal. Sus palabras rebajan las expectativas españolas. Tras alegar que “las dos últimas pruebas fueron no concluyentes”, propone un nuevo test el 2 de mayo, para cuya ejecución envía un documento anexo con detalles técnicos. Una vez concluida esta nueva prueba, advierte, “se efectuará una evaluación [de la misma] antes de considerar cualquier otra operación”. Esa respuesta, según fuentes conocedoras de las negociaciones, desconcertó a la delegación española, que pretendía avanzar a mucha más velocidad, tal y como se había acordado. La prueba piloto del 2 de mayo nunca se realizó.
1 de mayo. Jurado vuelve a escribir a su homólogo tras recibir el 28 de abril una segunda carta de Marruecos. La representante española insiste en su petición de casi dos semanas antes. “Quiero especificarle que, tal y como se acordó en la reunión de Rabat el 14 de abril, y como le había indicado en mi carta del 19 de abril y en el calendario anexo, el envío gradual de mercancías no sujetas a normas sanitarias debería continuar a partir del mes de mayo, con un sistema de cita previa y a razón de un vehículo por día (máximo 3.500 kg). Por favor, confirme lo antes posible la fecha del mes de mayo a partir de la cual Marruecos podrá implementar este compromiso”. En esta carta, Jurado “reitera” su petición de que la parte marroquí concrete también una fecha para comenzar con el intercambio de productos sujetos a control sanitario.
11 de mayo. Diez días después de que la responsable de aduanas de España demande “lo antes posible” fechas concretas, su homólogo marroquí le responde que no hay “objeciones” para que el 15 de mayo se reanuden las pruebas piloto, las mismas que España pretendía poner en marcha con carácter diario a partir del 1 de mayo. Amrani, de nuevo, pasa por alto la demanda española y vuelve a proponer una prueba aislada de importación de productos. Insiste en que los resultados de las dos primeras pruebas fueron “no concluyentes” y solo tras la realización de la tercera, a la vista de sus resultados, se podrá considerar “la continuación de cualquier otra operación”.
17 de mayo. Una delegación marroquí se traslada a Madrid para continuar con las negociaciones. Fuentes conocedoras de la reunión mantienen que la delegación española llegó a mostrar cierto malestar por la falta de avances. Se acuerda realizar un nuevo ensayo la semana siguiente.
25 de mayo. Marruecos y España concretan su tercera prueba piloto en más de un año de negociaciones. En esta ocasión, por vez primera, se realiza en las dos direcciones, de exportación e importación. Entraron en Ceuta 15 toneladas de áridos procedentes de Marruecos; y en Melilla, 6,8 toneladas de planchas de aluminio. Desde Ceuta se exportó un cargamento de bobinas de papel y equipamiento del hogar; y desde Melilla, 25 toneladas de tornillos. Tras ella, sigue sin haber fecha para el inicio de los intercambios diarios, ni horizonte para ampliar la lista a productos como pescado, frutas y verduras.