Abro este hilo para poder conocer trabajos de arquitectos y estudios madrileños fuera de Madrid o de España. Creo que hay suficiente material y serviría de consuelo ante la falta de obras de calado en Madrid últimamente. Hay mucho talento, mucho. No de ahora, la Escuela Madrileña es muy reconocida fuera, desde hace mucho tiempo, y sigue dando ejemplos de ello en muchos lugares. No es chauvinismo, es de justicia reconocer y conocer lo que no podemos disfrutar aquí.
La primera es la más reciente que conozco, esta casa de Selgas-Cano en Los Ángeles.
Se abre la veda
Color, aluminio y unos atardeceres hollywodienses: así es el oasis (sin piscina) diseñado por dos arquitectos españoles
La primera vivienda en Los Ángeles proyectada por el estudio madrileño SelgasCano desborda optimismo cromático y sentido práctico
Nieto Sobejano ya nos tiene acostumbrados a ver más obra suya fuera que dentro de España. Entrar en su página es ver un catálogo de edificios repartidos por media europa central. Esta es su última obra ejecutada, el Museo Arqueológico de Munich. Nieto Sobejano | project | MUSEO ARQUEOLÓGICO
Lo mismo es un off topic, y no es un “arquitecto madrileño por el mundo”, es por España.
Es que he estado en Valencia, y la joya modernista Valenciana, “El mercado central”, fue rehabilitado entre el 2004 y 2010 por Horacio Fernández del Castillo, del estudio madrileño “Fernández del Castillo Arquitectos “,
también intervino un estudio valenciano del arquitecto Francisco Hidalgo del estudio “HDH”,
Empática, sintética y global: la arquitectura versicolor de SelgasCano
Un prestigioso premio reconoce la trayectoria internacional de los arquitectos Lucía Cano y José Selgas, con hitos en Inglaterra, Francia, Portugal, Bélgica, Kenia o China.
El programa se desdobla en la cabina del vapor con su terraza de acceso directo al agua y el anfiteatro orientado al fiordo, que permite la celebración de pequeños eventos. La construcción accesible en silla de ruedas incorpora un ambicioso sistema energético, que garantiza un calor constante en todos los niveles, y materiales naturales como la madera certificada, reciclados y reutilizados como el aluminio de las fachadas, y grandes baldosas de terrazo fabricadas bajo la certificación Green Label, que proporcionan inercia térmica al conjunto. La propuesta tiene una importante componente experimental, que comienza con el ensamblaje de la estructura de madera en un dique seco a las afueras de la ciudad, antes de instalarla en la plataforma flotante de hormigón prefabricado sobre la que se completaron los cerramientos e interiores.
Desarrollado a distancia por la pandemia, el proyecto reinterpreta elementos de la tradición china, como las piezas cerámicas de la fachada que, organizadas en la nave de producción, recuerdan a los Guerreros de Terracota de Xian.
Situado al pie del monte Baiyung, rodeado de vegetación, en un entorno de construcciones dispersas y vías de tráfico, el edificio se inspira en los hutong, densos barrios tradicionales formados por estrechos callejones.
Es evidente que la práctica de la arquitectura no puede abarcar todos los complejos mecanismos que generan la ciudad. Sin embargo, posee una facultad decisiva para transformar la experiencia urbana, tanto en su aspecto espacial como en su construcción, a través de intervenciones parciales capaces de trascender la razón inicial para la que fue proyectada. En medio de la creciente complejidad técnica, legal y urbanística que rodea el ámbito de la construcción, la supervivencia de la arquitectura depende de su habilidad para operar dentro de un sistema que tiende a ver los edificios como productos puramente comerciales
Repetición a través de variación: ambos principios están implícitos en los programas caracterizados por la recurrencia de un mismo tipo de espacio o elemento arquitectónico. Esta impresión fue quizá nuestro primer pensamiento al leer las bases del concurso al que fuimos convocados, destinado a proyectar un edificio de oficinas de grandes dimensiones en la zona conocida como Werksviertel de la ciudad de Múnich. La necesidad de albergar el mayor número de puestos de trabajo en una superficie de 32.000m² obligaba, como primer paso, a establecer las modulaciones más eficientes, las dimensiones adecuadas y la flexibilidad necesaria para adaptarse a posibles cambios futuros. Sin embargo, más allá de la mera funcionalidad y economía, en las que reside la razón inicial de su construcción, la arquitectura tiene la capacidad de crear y transformar espacios urbanos en beneficio de los ciudadanos.
En el límite de la Comunidad de Madrid, Valdemaqueda está inmerso entre pinares en una ladera orientada a sur. La carretera atraviesa el municipio, de casas dispersas, y en la plaza —antes sólo un ensanchamiento de la vía— se sitúa el ayuntamiento, que salva un desnivel de dos metros con el prado sobre el que se asienta. Independientemente de su dimensión, el proyecto suscita una reflexión sobre su capacidad de ordenar el entorno próximo sin distorsionar la escala existente. En este sentido el objetivo de la propuesta es la configuración y ordenación de la Plaza hacia donde el edificio presenta su fachada más representativa y su integración en la escala de la trama urbana. El conjunto completa la plaza y se quiebra para adecuarse a su insinuada concavidad, fragmentándose en dos volúmenes unidos por un vestíbulo acristalado que les da acceso.