De esto ya se puso, pero bueno, he estado y comparto la experiencia.
Se trata de la Residencia de Señoritas, hoy Fundación Ortega y Gasset - Gregorio Marañón.
Cuna de la libertad, en aquellos años donde la mujer que quería estudiar era mal vista, y donde estuvo Marie Curie , no sólo dando conferencias, sino durmiendo y compartiendo tareas; donde Maruja Mallo pudo dar rienda suelta a su espíritu creativo, y un largo etcétera de personajes femeninos, hoy reivindicados en la historia.
Antiguo palacete,
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Soledad Ortega Spottorno pintada por Ignacio Zuloaga,
Dibujo al carboncillo de Ortega y Gasset, Ignacio Zuloaga,
Carta de Gómez de la Serna a Ortega y Gasset, con membrete que reza “Sagrada cripta de Pombo”. A de la Serna le gustaba escribir en rojo.
Pero vamos a la Ampliación de la Residencia, que según me dijo la señora amable de la entrada, que cuando Foster visitó el edificio se quedó maravillado.
(Comparto estas fotos, porque en mi Huawei guarreo he descubierto un filtro que se llama, “limpiar fotografía “, y la verdad que quedan unas fotos muy chulas).
Eran años 30, época de la velocidad, el avión, el tren, el coche, la universalidad de la luz, (esas ciudades llenas de neones publicitarios), de las vanguardias; todo tenía aspecto aerodinámico,
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funcionalidad, higiene y ventilación,
y la escalera en fuga, refleja esa sucesión de ondas que imitan el movimiento,
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es que hasta las columnas y remaches son poesía,
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No me extraña que Foster babeara.