Bueno, antigua lo parece y lo es pero hoy en día ya no me parece tan evidente que no exista edición. Es que me ha sorprendido ver estas fotos porque me resultan totalmente novedosas, y pensaba que había alguna edición en ellas
Este aspecto no me suena de nada y algunas fotos antiguas se han visto por aquí:
Es la reforma recientemente periclitada cuando estaba recién estrenada y no habían crecido los olivos ni los árboles en general.
A mí me llama más la atención que el seto de los Jardines de Sabatini aún sigue bajo. Parece que el muro de Invernalia tiene su origen en el felipismo.
Cambiando de tercio, tremendo error haber escondido tras esas moles la iglesia de Santa Teresa.
Me estoy refiriendo a la panorámica en blanco y negro.
Habría que haber dejado la entrada sur para dar servicio al aparcamiento de Oriente. Porque creo que los autobuses no pueden hacer uso del resto de rampas.
Por cuestiones de patrimonio, ese acceso y por consecuencia el aparcamiento, deberían ser totalmente eliminados porque no hay sitio alguno donde no destroce alguna perspectiva histórica.
A este señor le he contactado varias veces por problemas de suciedad en el distrito y no ha dado señales de vida. Publica muchas fotos en redes sociales, para eso si hay tiempo.
“Lo que nos interesaba es que fuesen actividades espontáneas o de los ciudadanos, no para ganar dinero”, matiza este experimentado arquitecto, como “una manifestación, el día del Orgullo, que los niños de todos los barrios se reúnan y hagan ahí un campeonato de parchís, que se celebra el día de Cervantes y se lee El Quijote en voz alta, que la Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada, como ha pasado, organice unos campeonatos y la gente acuda a verlos. Eso es lo que dibujamos y, entre otras, pensamos en un mercadito”, detalla.
A esto se referían en su estudio con la “plaza cívica”, pero considera que “se ha escorado muchísimo el proyecto de la plaza a una cosa que se ha convertido en un negocio y se aleja de nuestras ideas y de nuestros deseos”. “Se ha polarizado el uso de la plaza en aquello que da dinero y ese aspecto no estaba pensado. Que lo hagan una vez al año, bien, pero que lo hagan 355 días cada dos años, no”, sentencia Fernando Porras-Isla, cuyo proyecto salió elegido en un concurso público en el que votaron un jurado profesional experto, “con arquitectos, ingenieros, paisajistas, gente de la universidad, de la profesión, del propio Ayuntamiento y de los partidos políticos” y los ciudadanos, a través de puntos de votación en la calle, por correo y en internet.
Hace años estaba presente en una reunión donde nos enseñaron el proyecto de APR conjunto para los barrios de Universidad y Justicia. Era en tiempos de Botella y nos pareció mucho más ambicioso de lo que esperábamos. Había un par de cosas que no nos gustaron y una era que transformaban la calle Conde Duque en peatonal ¿cómo puede ser que no nos gustase esa actuación? porque sabíamos que a continuación toda la calle se iba a convertir en una sucesión de terrazas y la tranquilidad que ahora tiene se iba a ir al carajo.
Sabiendo la trayectoria del Ayuntamiento desde los noventa no era difícil imaginar que la plaza se convirtiese en una sucesión de ferias más o menos chocarreras.
Para mi sorpresa, la plaza lleva ya unos cuantos días sin ningún chiringuito. Y por cierto, por fin han sustituido la bandera que más que bandera parecía un harapo.
En mi opinión, después del destrozo injustificado que han hecho en el entorno de Cervantes, Fernando Porras-Isla no es alguien autorizado para determinar lo que se debe o no se debe hacer en la plaza.