Yo creo que la diferencia principal es el proyecto ideológico que hay detrás. No son iguales las razones por las que se construye la catedral de León, que aquellas por las que se remoza la fachada de la de Barcelona. Por fuera ambas parecen góticas (aún aceptando que algún forero meticuloso vea la diferencia), así que desde ese punto de vista el proyecto barcelonés es un éxito, porque su intención principal era precisamente la de parecer. Sabían que el tiempo jugaba a su favor, y lo seguirá haciendo. En 200 o 300 años, como dijeron más arriba, ¿habrá alguien a quien le importe las sutilezas del cuando y el por qué? En verdad ya se puede decir hoy que a nadie le importa, a parte de a dos o tres como los que debatimos aquí.
Y sin embargo yo defiendo que no es gótico, ni lo será nunca. Este tuvo, en arquitectura como en otras artes, unas determinadas circunstancias sociales y espirituales para nacer y desarrollarse, y las formas que adoptó, sus soluciones técnicas, están íntimamente vinculadas a ellas. Desligarlas hace que el proyecto cambie por completo, las necesidades ya no son las mismas, la emoción tampoco. Quizás por eso algunos insisten en el aspecto “parque temático”. Algo falta en esos edificios que quieren pasar por góticos, algo que no pasa por fuera sino por dentro. En su lugar son la expresión de otro proyecto, otras ideas, de la misma forma que al construir la Madeleine de París se está contando una historia que no tiene nada que ver con la que se contaba en Grecia o Roma. ¡Pero quién sabe, puede que dentro de 1000 años ya no sepamos ver la diferencia!
Y aunque estoy a favor de lo que se ha hecho en Dresde, por las circunstancias particulares de la ciudad, no creo que las reconstrucciones deban ser una tónica. No es Alemania sospechosa de ocultar su pasado, pero cuando se reconstruye el palacio real de Berlín creo que de manera tácita se está suprimiendo la parte de la historia por la que ese palacio ya no existe. Hoy no, pero quizás dentro de 100 años la gente haya olvidado que ese palacio fue destruido por una guerra terrible. Y aunque lo recuerden, ¿qué idea se está vehiculando con este edificio? ¿Qué dice Berlín de sí misma? Yo veo algunos riesgos potenciales. El menor de ellos, que una ciudad tan dinámica y llena de talento como esa, piense que la mejor cara que pueda dar, sea la de reproducir códigos totalmente obsoletos.
Tampoco estoy de acuerdo en que a la gente le gusten los falsos históricos sobre la arquitectura contemporánea. Si de lo que hablamos es solamente de cifras y listas , descubriremos que muchos de los edificios más visitados y fotografiados del mundo son de construcción reciente. Y no veo por qué estos deberían evitar el centro. No me gusta el modelo de Londres, porque en muchos casos implica destruir, pero si se hace bien, la arquitectura contemporánea también puede encontrar su lugar entre edificios antiguos. De lo contrario estamos fosilizando la ciudad, diciendo que la única forma de mirar el presente es con lenguajes del pasado. Y vuelvo a lo mismo, eso implica un proyecto ideológico que no comparto.