Los años pasan y aún no hemos visto una mockup de los pilares. Es tremendamente lento….
La pena es que una vez que se supo que Foster había ganado el concurso del museo Del Prado, a los años siguientes tenía un nuevo proyecto por año en Madrid, el pabellón de su fundación, Axis en Colon y la nave de Acciona…… esto con el COVID se paró y yo no le conozco ningún proyecto nuevo…… a mi me resulta increíble que con la cantidad de tiempo que Foster está en Madrid y con un estudio en la ciudad de más de 20 personas que no haya tenido más oportunidades. Espero que unas oficinas y un complejo residencial pueda diseñar en Madrid.
No descartaría que Foster haya sido víctima del mal español por excelencia: la envidia. Y que hayan medrado los de siempre para quitárselo de en medio. Pero bueno, eso es mucho decir sin saber nada. Lo que tengo claro es que yo lo aprovecharía más, sin duda.
No creo exactamente que haya sido eso…. Más bien creo que aún en los fondos de inversión que están detrás de muchos proyectos, en su cabeza no está contar con una figura de primer nivel para un proyecto en Madrid…. Porque aún no la consideran tan relevante como ciudad internacional para contar con una primera espada…. Por mucho que Foster pase tiempo en Madrid y tenga estudio aquí, lo ven internacional……
Un ejemplo: La Caixa remodela su edificio de oficinas en Castellana, ese edificio exento es privilegiado. Pero no ven esa zona como una zona prime internacional y se lo encargan a Ortiz y Leon…… en vez de decir vamos a gastarnos dinero en hacer un Bloomberg en Madrid con
La corte iba cambiando de palacio y localidad según la época del año, así que decir que el imperio se controlaba desde el Alcázar de Madrid es incorrecto.
Cierto, pero bien está lo que bien acaba y sin duda lo hecho por Foster es una obra maestra. Transcribo y suscribo lo que dicen en Jot Down:
La cúpula de Foster (y su diseño y justificación) no tienen nada que ver con la del valenciano. El proyecto construido del lord inglés es una maravilla. Para empezar, la estructura principal de acero dibuja una bóveda en principio bastante clásica, con base circular de unos cuarenta metros de diámetro y veintitrés y medio de altura, mientras que la cúpula original o la presentada por Calatrava tenían como base un paralelogramo y estaban formadas por cuatro hojas. Pero la mayor diferencia se encuentra en su interior: el revestimiento de cristal se sostiene gracias a unos esbeltos nervios metálicos que por su lado interno soportan una rampa en espiral, de acceso público, que permite la circulación desde la base hasta casi la coronación de la cúpula. Además, la espiral sirve para rigidizar estructuralmente el conjunto para que aguante tanto las cargas externas climáticas como las de un elemento singular que cuelga de los nervios: un cono invertido, una especie de estalactita metálica, que apunta hacia el nivel inferior, donde se encuentra el Parlamento. Este cono tiene dos funciones principales: mediante trescientos sesenta espejos orientados adecuadamente, inunda de luz natural la cámara y, además, a través de él se realiza la ventilación natural de la misma. Uno de los fines que se buscaba en el concurso era el de transmitir transparencia y acercar los mecanismos del Estado democrático al pueblo. Gracias a la transparencia que le otorgan las diferentes superficies acristaladas hábilmente dispuestas, desde el pasillo en espiral de la bóveda se puede observar tanto el exterior (la ciudad) como el interior (la cámara). Asimismo, el cono pende sobre las cabezas de los diputados como una espada de Damocles. Desde la bóveda, de acceso público (donde está el pueblo ), se facilita luz y oxígeno a los políticos, que se encuentran en un nivel inferior; como insinuando que como nos la lieis, caerá sobre vosotros el peso de esta estalactita de la ley. Además, es un hito lumínico de noche, cuando, si hay sesión en el Parlamento, «brilla como un faro, proclamando en la distancia el trabajo de la democracia».