Se reabre el debate sobre la celosía de Rafael de la Hoz. A pesar de que el juez dictó en contra de su retirada (cuando ya se había ejecutado y la pieza echado a perder), no se ha llegado a ninguna solución hasta el día de hoy.
De hecho, si no recuerdo mal, ese vano que da al Patio de los Naranjos ha estado todos estos años tapado por una especie de lona que “imita” el diseño de la celosía retirada.
Enésimo caso del Cabildo haciendo y deshaciendo a su antojo en el edificio y de la servidumbre de las instituciones públicas con la Iglesia católica. Jamás entenderé cómo la Junta de Andalucía pudo autorizar una operación contraria a su propia ley.
Lo de la Agrupación ya es de traca. Decir que la sentencia ya está ejecutada porque la Junta declaró nula su decisión… ¿qué sentido tiene un dictamen en contra de dicha decisión si luego no resulta en la reparación del daño causado?
El viernes pasado tuve la inmensa suerte de acceder a la zona de la maqsura y el mihrab de la Mezquita. Os dejo algunas fotografías, aunque no le hacen justicia. Es un espacio espectacular.
Muy interesante este artículo sobre las posibles soluciones a la restauración del muro norte de la Mezquita. ¿Os imagináis que se retiran las capillas cristianas de esa zona y se vuelven a abrir todos los arcos al Patio de los Naranjos? Parece bastante improbable, pero sin duda sería maravilloso recuperar esa estampa.
En cualquier caso, la propuesta del Cabildo de retranquear las capillas para recuperar el perfil de los arcos tampoco me parece mal. Lo que está claro es que así no se puede quedar y que necesita una actuación urgente.
Edito para comentar que esta actuación está prevista en el Plan Director de la Mezquita (aprobado el pasado año) como prioritaria, a ejecutar en el primer trienio. Por tanto, si se cumplen los plazos, debería proyectarse antes de 2026.
En relación con la noticia que publiqué hace unos días, en este otro artículo de Cordópolis cuatro expertos entrevistados se oponen radicalmente a ambas intervenciones (ni desmontaje y traslado ni retranqueo). Para ellos la solución es una intervención restauradora mínima y dejar los arcos como están.
Yo para estas cosas soy muy purista, creo que recuperar la iluminación es más valioso que las capillas, que no serían destruidas y se les podría encontrar acomodo en otro punto.
El enfoque popular parece el inmovilismo, arguyendo unos conceptos bastante manidos pero no por ello menos hipócritas, se dice que todas las intervenciones históricas tienen valor para negarnos el derecho contemporáneo a hacer ninguna intervención, mostrando paternalismo hacia el pasado.
Ellos sí podían intervenir, nosotros no, como si la Historia se hubiese acabado en el momento que le conviene al experto de turno.
Las obras del centro de Recepción de la Mezquita-Catedral empezarán en octubre, en base al proyecto de Frade Arquitectos que ya se publicó hace tiempo en este hilo.
Es indudable que la fachada norte debe recuperar esos arcos y la luz original de la Mezquita. Las celosías que diseñó De La-Hoz Arderius podrían replicarse en todos estos arcos, y algunas deberían ser abatibles para permitir un cierto acceso.
Las capillas son un atropello al patrimonio, y su desaparición, aunque dolorosa, debe de hacerse. Tener todo ese frente con las celosías en madera, y una luz tenue entrando a la sala hipóstila es una joya, como se sabe que es en los cuatro arco que hay destapiados.
La visión desde el patio de los naranjos, dignificaría mucho el conjunto, que ahora es medio un muro de las lamentaciones.