Yo me atrevería a añadir que en la arquitectura, más que en otras disciplinas, hay mucha proyección psicológica y cosas que tenemos muy interiorizadas cómo deben ser (no solo es eso, he de decir).
Tal vez por la educación de la mayoría (repleta de cuentos con castillos, palacios y relamidos pueblos centroeuropeos), por el contenido que consumimos de niños con interiores casi siempre especulares (palacios, castillos) y por lo que vamos a ver cuando vamos de viaje (palacios, castillos y catedrales). Así se forma un patrón que, un poco acríticamente, todos seguimos, todos caminamos por esa huella.
Creo que eso consolida nuestra asociación de aquello (catedral, castillo, palacio) con la arquitectura realmente valiosa (que lo es, pero no la única).
Luego, además, podemos añadir las proyecciones psicológicas… Asociamos esos estilos o esos edificios a poder, a éxito, a intemporal…
Es extraño porque siempre que se critica la arquitectura contemporánea se pone de referencia esa triada (castillos, palacios y catedrales), pero nadie se acuerda de la arquitectura popular, de cómo era en su mayoría la arquitectura “palaciega”, o de arquitectura palaciega o religiosa de otras culturas.
Eso me hace sospechar que el componente formativo y la exposición durante la infancia pueden ser relevantes.
La arquitectura palaciega más habitual en España, previa a los siglos XX y XIX, de la que nadie se acuerda al denunciar la oscuridad de la arquitectura moderna. Palacio de Celles (Lavandera, Asturias).
Cuando se proclama una vuelta al pasado, supongo que ningún tradicionalista demanda volver a construir la Villa Imperial Katsura.
También hay una confusión entre espectacular, pomposo y bonito. La arquitectura postal del XIX puede confundir ambas.
Que conste que la pompa tiene su razón de existir.
Recuerdo que de pequeño pequeño algunos edificios modernos me impactaron profundamente, o espacios que no formaban parte de esos tres (castillo, palacio, catedral, cabañas). Recuerdo espacios rocosos, cuevas, o incluso edificios modernos, que me gustaron mucho.
Una visión realmente más espontanea y natural.
Luego más adelante, supongo que más condicionado, quedé imbuido en la triada castillo-palacio-cueva (podemos llamarla CPC o algo así ).