Voy a intentar convencer a los ateos de Asis Cabrero ; se que no lo voy a conseguir.
Fuentes:
Docomomo.
“Rojo al cubo ; la arquitectura de Francisco de Asis Cabrero”. Universidad de Alcalá de Henares y COAM.
Casa Sindical de Madrid;
Francisco de Asís Cabrero Torres Quevedo y Rafael Aburto Renobales; 1949-1951.
En 1949 se convocó un concurso de anteproyectos para La Casa Sindical de Madrid, en él fueron ganadores Asis Cabrero junto con Rafael Aburto ; el proyecto definitivo fué desarrollado por ambos arquitectos según anteproyecto de Cabrero. Por lo tanto hablamos de un edificio que ya tiene 70 años;
su reto era arriesgado, pues su ubicación le forzaba a dialogar con el museo del Prado, a enfrentar que no afrentar la contención neoclásica del museo con una arquitectura que se esforzó en ser contemporánea en una época que se buscaban modelos en el pasado ; sin olvidar la tradición de los materiales, se empleo un lenguaje clásico y funcional, pero desnudo y sin ninguna concesión decorativa; una vuelta a la evolución tras el hilo roto con la modernidad después de la guerra civil; el edificio es articulado en torno a un cuerpo central con dos volúmenes de potente simetría a ambos lados del eje paralelo de la fachada principal, formando una plaza abierta con un pórtico de ingreso, creando un cour d,honeur, (única licencia decorativa) ; el lado opuesto tiene una solución de planta en forma de E que lo complementa y enriquece;
pero es la severa cuadrìcula del cubo que se eleva sobre los tejados madrileños, la que evoca el encuadramiento de los españoles ante el nuevo régimen integrado en los sindicatos, (por favor, verlo desde un punto de vista arquitectónico, no ir más allá que sino estropeamos el análisis; yo aborrezco el fascismo),
pero que al mismo tiempo se convierte en pura y despejada geometría, en la expresión de una belleza desnuda que encuentra en la simplicidad del cuadrado su profunda armonía ;
la economía expresiva, la funcionalidad estructural, la serenidad del diseño, el ritmo de la repetición,
se siguen reiterando en el interior del edificio, (lógicamente no hay foto);
Pero es en su fachada trasera, donde la forma aliviada de su carga simbólica e ideológica, alcanza la emoción poética a través del dominio de lo geométrico;
el encuentro entre el ladrillo el vidrio y la piedra, la colisión entre la recta y la curva, lo ortogonal y lo diagonal, la coherencia entre el conjunto y el detalle, el equilibrio entre lo utilitario y lo abstracto, crean una de las experiencias más deslumbrantes de la arquitectura de su tiempo;
Lógicamente todas estas celosías, la escalera interior, etc, hay que verlo desde dentro para la experiencia que debe de reproducir ; yo no la he podido vivir.
Sede para el Diario Arriba;
Francisco de Asís Cabrero Torres Quevedo ; 1960-1963.
De acuerdo, el diario Arriba fué un periódico de la “Fet y de las Jons”, el yugo y las flechas; vamos, fascismo puro y duro, y que yo que soy anti pensamientos únicos no estoy de acuerdo, pero verlo solo como arquitectura.
La sede del Diario Arriba fue una de las obras en las que Asis se sintió más orgulloso; de ella dijo:
" El edificio respondió al programa perfectamente y economizamos en gastos".
Es una obra que también encierra una fuerte carga simbólica e ideológica; dos volúmenes, uno horizontal para maquinaria y otro vertical para redacción, apenas articulados entre ellos, y con un patio central para entrada de camiones; en el vertical que dá a una Castellana que ya empezaba a mostrar lo mejor y lo peor, el maestro vuelve al prisma retìculado,
a una estricta cuadrìcula que está vez construye con acero, ladrillo y cristal;
El volumen horizontal para maquinaria, talleres, vestuario, etc, está hecha con materiales humildes; cubierta a una sola agua de microcemento, recubierto de uralita, (ya lo sé, “amianto”).
la simplificaciòn económica del uso de materiales baratos acabó dando respuesta a un funcionalismo de formas depuradas, donde los dos volúmenes se relacionan por la calidad de sus geometrías;
vamos, para los torpes como yo, nunca el uso desnudo de los materiales “pobres” alcanzan en la simplicidad su máxima expresión; pureza, limpieza y poesía; unas oficinas entendidas de forma sencilla y ordenada, pero con una compresión casi etérea del racionalismo moderno.
Bueno, yo lo he intentado.