Madrid: Patrimonio Protegido y Futuras Incorporaciones

En cualquier caso, es un buen ejemplo para comprobar que el jurado podría haber premiado una propuesta historicista, retórica y se decantó por una opción de vanguardia. Y no fue la excepción.
Lo que es evidente es que durante la dictadura no se persiguió al movimiento moderno.

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Sí es cierto que en los primeros años de posguerra se vetó el racionalismo, con cosas como el Ejército del Aire, el edificio Los Sótanos o el mismo Edificio España, pero desde finales de los cuarenta ya se abrió la mano.

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Parece que Luis Gutiérrez Soto hizo un proyecto para el Ministerio del Aire de líneas más modernas, pero Speer, que estaba fascinado por El Escorial, opinó que en nuevo edificio tenía que ser un homenaje a Herrera.
Las influencias herrerianas y vilanovianas fueron protagonistas en la arquitectura española durante pocos años, pasando a partir de los años cincuenta a ser anecdóticas.
Lo que sí hubo fue una depuración de arquitectos de ideología más o menos cercana a la izquierda. Pero no todos estos arquitectos estaban encuadrados en el racionalismo. por ejemplo, Javier Yárnoz Larrosa, con un lenguaje claramente historicista, se exilió por motivos éticos aunque volvió al poco tiempo.

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Ay que gusto de hilo, por estas cosas merece la pena haber recuperado el foro… :hugs:

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Con vuestro permiso voy a volver a la República ;
No se si definirlo como “instalaciones abandonadas, con el encanto del tiempo pasado, y la decadencia romántica de la ruina”.

Instalaciones de la Playa de Madrid.

Fueron construidas por Manuel Muñoz Monasterio,entre 1932 y 1935, en un estilo racionalista, el mismo arquitecto que desarrollaría el “estilo mambo” en los años 50,en las instalaciones del Parque Sindical de Puerta de Hierro, pegadito a esta primigenia zona de recreo para las clases trabajadoras de los años 30.

Fuente: Secretos de Madrid

Se represò el Manzanares bajando hacia Madrid, para que formara la laguna, y se hicieron las instalaciones de recreo en una especie de isla “sin serlo” de esparcimiento y recreo.

Fuente : El País,
Colecciòn Armegen. Vista aérea de 1933.

Hoy ya no existe la presa, el Manzanares ha vuelto a su cauce, la laguna ahora es un camino de tierra, y está todo vallado.

Para haceros una idea, de la foto aérea, los dos primeros edificios a la orilla de la Laguna son estos.


Bueno, espero no haber deprimido, a mi me pasó cuando las vi el domingo.

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En mi opinión, el “neoherreriano” (por llamarlo de alguna manera) es un producto estilístico único de España y en un periodo muy concreto, diría que unos 5 o 6 años (otra cosa es que luego los proyectos se construyeran más tarde, o que impregnara obras menores durante lustros).

Las razones, a mí entender son varias.

Ya antes de la Guerra Civil se pasó de lo moderno a lo postmoderno (o neoclásico). Ya lo hemos comentado muchas veces. Cómo en principio lo moderno, propio de los años 10 y 20, llegó a España con retraso, terminando esta última década. En uno de esos movimientos de vaivén, cíclicos, lo que se llevaba en el mundo a mediados de los años 30 era lo clásico.

Tras la Guerra Civil, el nuevo régimen busca un nuevo lenguaje. Es posible que se asociara lo moderno con la República. Y, dado que, además, la tendencia hacia 1939 era lo clásico, se apostara por ello.

La incorporación del lenguaje clásico, además, no es inmediata. Son muchas las construcciones de primera hora del Régimen (muchas promovidas por Regiones Devastadas, otras de vivienda pública) que toman el lenguaje funcional del movimiento moderno.

Por otra parte, en Europa, a partir de 1939, y hasta 1947, apenas se construye. En España, en cambio, se construye mucho. Y, en plena efervescencia ¿nacionalista? se opta no ya por lo clásico -que, con matices y variantes, había sido asumido por fascismo, triunfantes y “modernos” en aquellos años- sino por lo autóctono y lo relacionado con lo que se toma como modelo: los mejores años de nuestra historia, los del Imperio… y el Escorial.

De ahí surge el “Monasterio” del Aire en 1941. Que curiosamente, y con la Universidad de Laboral de Gijón y el Valle de los Caídos (todos proyectos de los 50), componen el panóptico arquitectónico del Franquismo (en mi adolescencia se solían incluir, por ignorancia, los NNMM). Curiosamente, son tres complejos que nada tienen que ver entre sí, más allá de cierto clasicismo y la magnitud de sus proporciones. También se deja ver en la reconstrucción de la Playa o en la gasolinera de Puerta de Hierro. Pero no en NNMM, en la Universitaria,…

Sin embargo, la arquitectura en en general iba por otro lado. La vivienda pública era, por lo general, moderna. Sucede lo mismo con la privada que, en términos generales, sigue el estilo acuñado por Gutiérrez Soto en los años 20: ventanales horizontales, ladrillo, estilo sin grandes decoraciones (por más que se incorporen impostas, dinteles, pináculos en algunos casos…). Y tenemos lo que, suele olvidarse, es quizá la mayor obra arquitectónica del Régimen; los hospitales: a partir de 1945, tras la creación del Seguro de Enfermdedad, se construyeron como churros, todos ellos modernos, desde una oficina dirigida por Mercadal, arquitecto republicano, que desaparece en 1939 y reaparece en el Seguro hacia 1945.

El caso es que, pasada la IIGM y cuando en Europa y USA se vuelve a construir, se hace en estilos que nada tienen que ver con lo herreriano en que había ¿degenerado? cierta arquitectura en España. Y creo que el edificio de Sindicatos -a mi entender, tan valioso y bien integrado en su entorno- supone el intento de reconectar con las nuevas corrientes europeas, tal y como muestran los proyectos presentados, que van desde lo “internacional” a lo neoherreriano. Al final, se opta por algo a medio camino entre unos y otros, que puede enlazar, además, con el estilo EUR del fascismo. Una especie de síntesis que marca un cambio de giro definitivo hacia lo “internacional”.

Cosas como el barroquismo del España -contemporáneo de Sindicatos- la singularidad de la Laboral (tan atacada por los jóvenes arquitectos y tan bien defendida por Moya) o el mimetismo de las viviendas frente al Ministerio del Aire (de mediados de los 60) serán ya anacronismos más o menos afortunados.

Hay por último, algo que no se suele considerar. El Franquismo era más plural y diverso de lo que ahora se nos quiere contar. Y probablemente, parte de esos titubeos arquitectónicos puedan atribuirse a esa pluralidad, con pugnas ideológicas y de poder constantes que, a buen seguro, influyeron en la arquitectura. Y tampoco debemos olvidar las carestías materiales: la construcción con vidrio, alumnio o hierro era una quimera hasta bien entrados los años 50…

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Pues sí, me has deprimido… Qué pena… Vale que se haya renaturalizado el río, pero el abandono de esta instalación… ¿a qué se debe? Estoy seguro que si se saca a concurso como establecimiento de hostelería tendría un gran éxito de afluencia…

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Me alegra leerlo, aunque me alegraría más si los plazos de resolución del concurso fueran más alegres también.

Durante muchos años la playa de Madrid fue un club social para empleados de Telefónica. Ya en los 80 no existía el represado (mejor dicho, no existía al completo porque lo que quedaba de la presa lo acaban de tirar hace nada), pero los edificios estaban en pie con diferentes usos, y no en un estado envidiable de conservación pero ni mucho menos como están ahora. En esa época eran diferentes piscinas las que aportaban el frescor, a falta de río represado.

La verdad que parece que el concurso parecía hecho para quedar desierto. Es cierto que hay mucho que invertir, son edificios protegidos, pero la idea extension daría para mucho. No se un club privado como los del entorno de Somontes le sacaría rentabilidad suficiente, pero algo debería poder hacerse.

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Siempre me resultó chocante que el famoso edificio neoherreriano de Moncloa se dedicase a Ministerio del Aire, porque un ministerio de estas características pedía una arquitectura “moderna”. Siempre creí que este ministerio, y las viviendas militares que le acompañaban deberían haberse construido por la zona de Avenida de América / Calle Cartagena (hacia Barajas, Torrejón de Ardoz)
El edificio neoherreriano de Moncloa debería haberse dedicado a una nueva sede del Ministerio de Educación y Ciencia, cerca del campus universitario.

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Tras la depresión de las fotos de @toninowilde me recuperé rápidamente por la noticia enlazada por @UrbiEtOrbe . Pero vamos, que de 2014 a 2021… Son siete años de abandono.

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A mi se me cayó el alma a los pies.
Venía con regusto de ver el Parque Sindical de Puerta de Hierro, y un poco más adelante está esto, y…,

Pero bueno, lo vi como un “Arquitectura abandonada”, con el encanto-triste de la decadencia; no quise pensar en la dejadez.

Mira que lo siento;

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Lo que nunca tendría que repetirse:

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Es una pena la destrucción de patrimonio homogéneo y de calidad que se dio en toda esa zona.

Ahora bien, por otro lado siento envidia sana de ver cómo se actuaba sobre propiedades destinadas a vivienda, sin remilgos ni complejos. Hoy en día parece casi imposible actuar urbanísticamente sobre edificios de vivienda sin ningún tipo de protección, lo cual entorpece y estanca la necesaria transformación de muchas zonas y barrios de la ciudad.

A veces veo esos macro planes de transformación urbana de barrios enteros en otros países europeos, donde se derriban edificios enteros que son sustituidos por construcciones modernas y me da mucha envidia.

Si otros países democráticos pueden, ¿por qué aquí nos cuesta tanto actuar mínimamente sobre viviendas que no tienen ningún tipo de protección patrimonial? La rigidez extrema del urbanismo en España es un lastre que pagaremos durante décadas, igual que ahora pagamos la extrema laxitud sobre el patrimonio de las décadas pasadas.

Parece que en este país solo nos valen los extremos. Y así nos va.

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Patrimonio Nacional vacía el embalse de El Romeral para acondicionarlo y utiliza una barrera en desuso que levantó el maestro mayor de Carlos IV

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Qué curioso! Elegancia arquitectónica hasta en el pasillo de servicio de una presa. Eran otros tiempos.

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¿Y para cuando el mar de Ontígola?. Otra presa histórica.

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