Hay gente que lo ve «cool» y «moderno». Si os fijáis veréis chicos súper jóvenes que vienen al barrio a hacerse fotos en muros y cierres de comercios grafiteados. Cuanto más guarros mejor.
Luego están los que no te dicen directamente que les gusta, pero tampoco lo señalan como un problema. En las conversaciones de “paseo de perro” con mis vecinos se quejan de las meadas, de la gente que saca basura a deshoras o la dejan en los alcorques, fuera de los cubos o de la gente que saca muebles sin haber llamado al 010; pero cuando les saco el tema de los grafitis no recibo feed back. Se quedan callados como si no les importara.
Bueno, pues que quede Malasaña como parque temático de los grafitis, que incluso tendría su particular turismo, pero que el resto de la ciudad quede limpio de firmas.
En cualquier caso, decir que a lo mejor a Almeida ya no le interesa eliminar esta lacra porque “se dio cuenta después que es algo que genera una enorme indiferencia entre vecinos, medios y oposición” me parece una forma de justificar o al menos de intentar explicar lo inepto que está siendo.
Yo lo veo muy sencillo: se comenten infracciones de forma reiterada, que están sancionadas con fuertes multas y el Ayuntamiento mira para otro lado. Están haciendo dejación de sus responsabilidades. Si el Ayuntamiento detecta que hay un fuerte apoyo a los grafiteros entre los madrileños (cosa que dudo), que decaigan las leyes que penalizan pintar en los muros de la ciudad. Mientras tanto la policía debería hacer su trabajo.
Lo he puesto porque, por lo que he leído aquí, parece que a los vecinos del barrio les gusta o les resulta indiferente. Están a un paso de considerarlo una atracción. Después de La Movida, los grafitis.
Ya he puesto varios enlaces en donde se recogía las denuncias de los vecinos desde hace muchos años. Otra cosa es que a la prensa no le interesa y aparece poco en relación a todas las quejas que ha habido.
El fallo condena a un grafitero a cinco años de cárcel y a indemnizar al Ayuntamiento de Madrid con 1.376 euros, ya que esta fue la cantidad que costó reparar las pintadas que perpetró en la escultura de Eduardo ChillidaLugar de Encuentros II , expuesta en la Plaza del Rey de la capital.
No hay que tirar balones fuera. El responsable es el Ayuntamiento que no limpia y que no persigue.
Que el problema genera indiferencia en todo Madrid, en el sentido de que no se mueve un dedo por resolverlo, no lo discuto. Pero gustarnos, te aseguro que a la inmensa mayoría no nos gusta. Que se lo digan a todos los vecinos que tienen manchadas sus puertas y muros.
@gromiko dio ayer con la clave: “Si pillan cada semana a veinte chavales y aplican las multas correspondientes, correría la voz y a la mayoría se les acabarían las ganas de estropear el espacio público”. La Policía municipal tiene en sus manos atajar la proliferación de pintadas y no lo hace por pasotismo o incapacidad. Mientras tanto, no me cansaré de responsabilizar a sus gerifaltes y en especial al comisario jefe, nombrado por Almeida en febrero.
¿Porque hay dos o tres artículos en prensa al año y porque hay una sentencia del TS hay que deducir que si existe una concienciación y denuncia generalizada en la sociedad?
Este es un tema que genera total indiferencia entre la gran mayoría de vecinos, organizaciones e instituciones.
Lo que no me parece de recibo es que el Ayuntamiento solo actúe si hay denuncias vecinales o campañas en prensa. Se supone que tiene que mantener en el mejor estado el espacio urbano independientemente de que alguien lo denuncie o no. Sienta un precedente muy peligroso.
Es una iglesia que desde hace décadas ha sido muy maltratada por los pintamonas. Pero antes, no sé por qué, se eliminaban con más rapidez que en los años que lleva Almeida como alcalde.