El asunto a la concentración de inversión, es que solo puedes hacer estos proyectos donde existe ya un ecosistema. Es muy difícil romper con el hecho de que los trabajadores que necesitan ciertas empresas, tienden a vivir en el norte de la ciudad y en las urbanizaciones del norte. Es un ciclo que se retroalimenta, aunque probablemente cambie la cosa en el futuro, pero ahora mismo es una locura poner una oficina al sur de Méndez Álvaro. Más de una empresa lo ha intentado, y entonces es cuando empiezas a tener problemas para contratar según qué perfiles, y como ya tengas presencia en Madrid, tus trabajadores en pie de guerra porque les has multiplicado el trayecto. Un centro de negocios no puede ir en el sur. Industria o logística por ejemplo sí que puede.
Esa es la dicotomía y el problema. En el sur puedes fomentar industrias que se reducen, y en el norte puedes fomentar industrias al alza. Ahora mismo el sur de Madrid vive del capital que cae cuando el norte atrae inversión. En mi opinión, y esto es una mera opinión se sale:
(1) mejorando los barrios para hacerlos más atractivos y que haya más diversidad. Por ejemplo, esto es muy típico en el País Vasco, y es lo contrario a lo que ocurre en países como EEUU. Idealmente quieres que en un edificio de viviendas de cualquier localización haya cierta diversidad de rentas. Obviamente quien más puede tendrá mejores viviendas, y quien menos puede tendrá el bajo. Esto no ocurre si tienes barrios ghetto. Tiene que ser atractivo para alguien de clase media o de clase media alta irse a un ático de put4 madre a muy buen precio en Usera, o en Carabanchel. Esto no pasa si el barrio está degenerado.
(2) una vez que has aportado un poco de diversidad al barrio, se abren muchas opciones. Primero porque el barrio recauda más, y también porque tiene más consumo, pero también te permite invertir en industrias que sería imposible invertir si no tienes una masa crítica de trabajadores muy cualificados. Así que ya te permite hacer centros de oficina, parques tecnológicos, clústeres de X o Y.
(3) la existencia de oportunidades cerca del barrio, no supone ningún beneficio neto para quien ya estaba bien, que estaría bien en cualquier lugar. Supone sobre todo una mejora de oportunidades para las personas que no estaban tan bien, y genera un círculo virtuoso en el que los barrios y las clases más bajas mejoran más.
Todo esto empieza con el urbanismo y la política. Porque hay que hacer lugares atractivos y seguros, y porque hay que quitarse los complejos políticos que se tienen en muchas ocasiones, además de una pizca de valentía, y en esto todos tienen la culpa. Los unos por no saber comunicar las cosas adecuadamente y no ser valientes, y los otros porque nada les viene bien, y en cuanto entran un perfil distinto al típico del barrio de toda la vida, claman contra la gentrificación y empiezan a mover todo el tejido de protesta, generalmente por motivos políticos. Así que más cooperación y menos pelea.
Luego también hay que tener posturas netamente claras con ciertas cosas (que, también es político). Si permites a una familia gitana ir robando a sus anchas por el barrio (pienso en algunos barrios del sur de Madrid), o un centro de menores cerca (que, a ver si adivináis donde tienden a estar), en lugar de un círculo virtuoso, tienes un círculo pernicioso, en el que las familias que mejor están, las que pueden, se mudan a un lugar mejor, y te quedan las familias con menos ingresos, peores trabajos, etc. e imposibilita cualquier intento de regeneración.
Mientras no se intente solucionar de forma estratégica y sigamos con la táctica, pues es lo que tenemos, alto valor en el norte, y almacenes logísticos en el resto de lugares.