Pues siento poner cierta nota discordante en cómo se está llevando a cabo esta renovación.
Entiendo que la transición a LED era necesaria y aporta muchas ventajas en términos de ahorro energético, optimización de la iluminacion sin bolsas de sombra …
Si bien es cierto que Madrid, llega algo tarde (en mi ciudad natal en Oviedo, ya se empezaron a instalar hace 3-4 años), tener que sustituir más de 280.000 luminarias, no es moco de pavo.
Mi queja viene por la cuestión de la temperatura de luz escogida.
Estudios científicos y técnicos como la “Guía de Contratación Verde de la Unión Europea” recomiendan para el alumbrado público el uso de luces cálidas, con una temperatura de color menor de 3000K.
La luz artificial nocturna, especialmente si es blanca, causa ruptura del ciclo circadiano por emisión de luz azul (en los casos que se mueve en ese espectro), y por ello altera el sueño y afecta al sistema inmunológico, aumentando el riesgo de cáncer de mama y próstata, por la falta de segregación de melatonina. No lo digo yo, sino que lo avalan diversos institutos de salud, con estudios publicados en los últimos 5 años.
También se está estudiando el impacto y la influencia que ejerce la luz azul nocturna sobre la salud mental entre adolescentes de 14 a 16 años.
El asunto reviste tal importancia, que hasta Gobiernos como el de Francia han prohibido por Ley la colocacion de alumbrado público por encima de los 3000K.
También tenemos la amarga experiencia de algunas ciudades como Elche, donde ha salido la ciudadanía a la calle, mediante movilizaciones y manifestaciones pidiendo una sustitución.
Y ahora volvemos al caso de Madrid. Actualmente existe un excedente de stock LED blanco procedente de China sin vender, a muy buen precio, pero con poca salida de mercado, debido a las evidencias científicas del último lustro enumeradas antes y al factor cultural europeo, mas acostumbrado a las “noches anaranjadas” en sus ciudades, desde hace más de 40 años.
Vivo en Sanchinarro y aquí han colocado las luminarias Philips Luma Gen 2, en el límite de 3000K, con una luz blanca de garaje horrible. Bajando a las 2700 ó 2500K, se obtiene un blanco cálido mas agradable y menos agresivo.
En Oviedo comenzaron en las primeras calles con las LED de 3000K en 2017 y al cabo de los años, fueron migrando hacia tonalidades mas cálidas y acogedoras, en el resto de calles. El impacto se nota y mucho.
Por eso me sorprende que la corporación del Ayuntamiento de Madrid (habida experiencia en otras ciudades y con el desastre que perpetraron en Alcobendas-SS de los Reyes, cuya mancha blanca nocturna es visible desde el satélite), hayan priorizado en la cuestión económica y no tanto de salud pública. Y me temo que cuando trascurran unos años, esta corporación u otra, procederá a la migración hacia un LED más cálido.
El criterio del Ayuntamiento es algo arbitrario. Dentro de la almendra central la iluminación está siendo más cálida que en las periferias, con distritos como Trafalgar (Plaza Olavide) con LEDs muy amarillos. ¿Algún toque o recomendación, por parte de la hostelería ?
En algunas arterias importantes como Carretera de la Estación de Hortaleza (con tramos no residenciales) han colocado luminarias de menor potencia, que las Philips de doble LED en Sanchinarro, Valdebebas o Montecarmelo.
En otras calles céntricas como Padre Damián (entre el Bernabéu y Alberto Alcocer), optan por unas Schreder con muy pocos lúmenes.
Y para colmo, el alumbrado Schreder de doble LED colocado en el nuevo tramo del Nudo Norte, es un pelín más cálido que las Philips de calles céntricas y residenciales como Santa Engracia, Avenida de Filipinas … o en los PAUs del Norte, antes mencionados.