Con el Real Madrid y el Bernabéu como avales, no fue difícil contratar a los mejores proveedores para la ejecución de las obras, aunque las dudas sobre la empresa encargada de gestionar el espacio existían y estaban más que justificadas. Pese a que al concurso se habían presentado empresas y grupos de restauración de reconocido renombre en el sector, el Real Madrid decidió adjudicar la concesión a Anastia, una sociedad recién constituida con un capital social de apenas 3.000 euros, una empresa sin ninguna credencial que avalara su solvencia profesional ni económica.
Sin comentarios.
Eso es para que alguna cabeza haya rodado ya. Contratas lo peor, tienes lo peor… qué novedad.
Qué espectacularidad!
Las luces verticales que se ven abajo molan mucho. No sé si nos habrán adelantado algo de lo que está previsto para la iluminación.