¿A qué se debe el sorpresivo retraso del impacto de los tipos de interés en los precios? La clave principal, aunque no la única, es el mercado laboral. “Creo que el precio de la vivienda no ha bajado porque el empleo sigue aguantando”, dice García Montalvo. “El precio bajará a finales de este año o principios del año que viene; no va a aguantar más, ya ha aguantado suficiente”, estima.
Otro motivo de peso es la falta de oferta en las grandes ciudades, donde se concentra la mayor parte de la demanda. “La oferta es muy limitada: la producción de vivienda de obra nueva por año es de 110.000 unidades, mientras que se crean 240.000 hogares, sobre todo de población inmigrante”, según Montoriol. Solo en el primer trimestre del año se han formado 80.000 hogares nuevos en España, mientras que los certificados de fin de obra han sido de 20.000, indica Cuervo.
Hay otro factor y es que España es uno de los países donde menos han subido los precios de la vivienda entre 2013 y 2022. “El alza no ha sido menor, pero nada que ver con la burbuja que se ha visto en otros países centroeuropeos”, dice Josep Oliver, catedrático emérito de Economía Aplicada en la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB). Para Oliver, el crecimiento de precios se está reduciendo, pero seguirá. Calcula una subida del 3% en 2023.
Una última razón es la demanda extranjera, que supone el 15% del total de las compras. “Un gran porcentaje compra con fondos propios o hipotecas de su país, por lo que la subida de tipos no les está afectando tanto”, dice Montoriol.