Muchos países matarían para tener la a priori situación preponderante de España. Puente entre Iberoamérica y Europa, entrada al Mediterráneo, teórico puente entre el mundo judío y el árabe (por nuestra historia compartida)
Durante años, durante los gobiernos de Felipe, España tuvo una posición muy importante en estos temas. Los acuerdos de Madrid, por ejemplo, con una magnífica actuación de Fernández Ordoñez (la comparación con el monigote de Albares es hasta dolorosa) dan fe de ello. Con Aznar se apostó más por el vínculo trasatlántico, y después y hasta ahora, cambiando todo lo anterior (con sus cosas malas y buenas) por el foro de Sao paulo, el grupo de Puebla, el indigenismo y demás.
Lo peor es que hemos heredado lo peor del vínculo trasatlántico, poniendo el culete en pompa ante la anglosajonada, bajándonos los pantalones con Gibraltar, haciendo caso a los USA y renunciando al Sahara, y el apoyo acrítico al grupito más belicoso de la OTAN. Lo de Palestina se ha gestionado de la peor manera posible, y no por llamar a Nutten-Yuhu lo que es, un CRIMINAL, antiespañol de libro y de cuna, amante del separatismo racista, fascista y xenófobo (lo mismo que es él, vaya) sino por no ser capaz de liderar una posición común en el seno de la UE, siendo tan amiguito de Cruella de Vil y más ahora, cuando hasta los alemanes se están dando cuenta de lo que es el sátrapa del Likud. No solo no nos hemos atraido a estos países, sino que adoptamos una postura sin efectos prácticos de ningún tipo.
Con Argentina, lo mismo. Milei, siendo como es, no había atacado a España en ningún momento. Más allá de sus excentricidades, el Peluca está buscando inversión y cash. Habría habido perfecto entendimiento con ellos más allá de las ideas de cada parte. En lugar de eso, se le ha provocado, se le ha vejado, se le ha llamado de todo, y claro… han despertado a la fiera. Que este sainete de novela barata pudiera acabar en ruptura de relaciones de dos países hermanos resultaría cómico de no ser tan enormemente grave.
En fin, no sigo porque me caliento. Un desastre sin paliativos.