En Madrid no se valora algo que se da por echo: el poco nivel de congestión de sus calles y carreteras.
Un factor para la gran calidad de vida de Madrid (y que también explica el desarrollo que ha sufrido la ciudad en los últimos 40 años) es, además de una magnífica red de transporte público que absorbe la mayoría de desplazamientos, un estupendo esqueleto para la movilidad en vehículo privado, capaz de absorber los desplazamientos que no puede cubrir el transporte público.
Gracias a que en su día se hizo la Castellana como se hizo, se transformaron calles como Serrano, Velázquez, Ríos Rosas o José Abascal en sentido único, se hizo el tramo de Joaquín Costa, Francisco Silvela, Doctor Esquerdo, etc con pasos inferiores bajo los principales ejes, la gran cantidad de túneles que te sacan de la columna vertebral de la ciudad (Castellana) a la M-30 y demás autovías como el Túnel de Plaza de Castilla, el de Sinesio Delgado, el de Avenida de la Ilustración con Ventisquero, el de Sor Ángela de la Cruz, el de Republica Dominicana + Costa Rica, el de Ríos Rosas + Islas Filipinas, el de Maria De Molina, el de O’Donnell, el de Reina Cristina + Conde Casa, el de Santa Maria de la Cabeza, etc.
Gracias a todo ese “esqueleto circulatorio”, unido a los anillos de circunvalación y autovías radiales principales, el tráfico en Madrid no es el infierno que te encuentras en Los Angeles, Nueva York, Londres, Paris, Berlín o incluso Barcelona, donde sus habitantes asumen con resignación desplazamientos de horas para menos de 10km.
Algún día haré la comparativa de las grandes extensiones de terreno que tienen esas ciudades únicamente ocupadas por calles con semáforos, ratoneras interminables de las que cuesta horas salir hasta alcanzar una vía rápida. Sin embargo Madrid tiene un buen mallado.
Y todos los nuevos barrios del Este, que considerados en su conjunto probablemente serían una ciudad española Top 10 en cuanto habitantes, también necesitan su mallado. Incluso su mallado propio que evite que utilicen para sus desplazamientos internos las vías radiales de acceso al centro de Madrid, colapsándolas.
Que haya “un par de Castellanas” uniéndolos todos es lo más normal y lógico del mundo. Y luego el resto de la superficie ya se podrá debatir si tiene que ser más o menos densa con calles de 2 carriles o de medio carril. Pero el eje principal ha de existir. La avenida principal ha de existir.
No vamos a inventar ahora la rueda y pensar como positivo que la Gran Vía del Sureste tendría que tener la anchura de la Gran Vía, con 1 carril + bus por sentido.
Sí que sería interesante plantearse si el diseño de aceras que hacemos en Madrid en los nuevos barrios es el correcto, o se podría apostar por algo más verde, con más vegetación, con por ejemplo una banda de alcorque corrido de 2 o 3 metros junto al borde de acera, y luego ya los metros de circulación peatonal.
Espero que recapaciten en el cañaveral y la continuidad de 3 carriles por sentido de la Gran Vía del Sureste se mantenga bajo tierra.
Además, no puede ser esta nueva “moda” del Ayuntamiento de estar continuamente reduciendo las cargas de urbanización, como pasó con el cubrimiento en el Calderón o en la operación Chamartín con el nudo norte.