Eran salvajadas. En Madrid tuvimos bastante suerte, porque el casco histórico sigue siendo un conjunto bastante homogéneo. Paseas por Malasaña, por Chueca, por Palacio, por Embajadores… y lo que abunda es el caserío del XIX y principios del XX con algunos edificios anteriores (sobre todo del XVIII) o ya del XX, con bastantes ejemplos de buena arquitectura historiscista y Beaux Arts. Por supuesto también hay horrores, basta con recorrer San Bernardo.
Paseas por Valladolid y es lo contrario, quedan edificios históricos pero la sensación que tienes es que estás en una ciudad anodina, con la mayoría de los edificios de los años setenta o posteriores. Como si estuvieses en Móstoles.
Por fortuna en Madrid no se hizo el Plan Malasaña ni se abrió la Gran Vía Diagonal. En París hicieron barbaridades en fechas que ya no correspondía, como la desaparición del mercado de Les Halles. Y a punto estuvieron de arrasar Le Marais en los sesenta. Y en Nueva York en esos años destruyeron gran parte del Bajo Manhattan, y la cosa podía haber sido mucho peor.
Siempre he pensado que la Gran Vía fue una equivocación fruto de una época donde no se valoraba la arquitectura del pasado. Para mí lo acertado hubiese sido crear dos calles como la Gran Vía, una al norte y otra al sur del casco histórico. Igual que me parece que fue un error levantar el Edificio España o la Torre de Madrid. Ahora, una vez levantados y pasados los años, han pasado a formar parte de la historia y de la imagen de Madrid, como la Gran Vía.