Yo lo hago como forma de conjugar interior y exterior como si fuese una evolución natural y no cosas inconexas. Pero quién dice barroco dice neorrenacentista/clasicista.
Es que si me pongo a conjugar le casco todos los pináculos y arbotantes flamígeros al exterior, redimensionándolos a las medidas finales. Muy calados y livianos en hormigón blanco, eso los haría baratos y estables.
Mejor que lo que vemos actualmente sería.
Se podría aprovechar la instalación de una balaustrada superior para instalar arbotantes unidos con los pilonos de las naves laterales y poner pináculos sobre estos últimos:
Creo que me he autoconvencido.
Le daría más volumen exterior al templo y no destacaría sobre las fachadas ni el cimborrio, además de obtener mi deseada balaustrada.
El problema de las vistas de Las Vistillas es el horrible uso de materiales.
Sí, por eso añadir una mayor complejidad sin añadir colores nuevos ayudaría a mitigar la sensación de maqueta.
A lo mejor habría que hacer alguna intervención artística contemporánea en toda la iglesia, tanto por dentro como por fuera. Pero no con esos estilos Kikos que tiene ahora, o con historicismo, sino algo completamente vanguardista, a todo trapo. Sin miramientos.
La forramos, no pasa nada.
No. Lo siento pero no.
Con todo mi respeto a ti y a tu comentario, pero la Catedral en mi opinión tiene que ser un edificio que case con el estilo del Palacio Real y que en el interior haya una explosión de Barroco.
No puede ser que Madrid, ciudad de iglesias barrocas y donde el Barroco tiene sus propias características, tenga esa basura de Catedral. Y no quiero que la Catedral sea también un experimento de catedral vanguardista. Para alguna iglesia monumental que se quiera hacer en una zona residencial de Carabanchel, San Sebastián de los Reyes o Ciudad Lineal quizás sí, pero para el centro histórico no, y mucho menos en la zona del Palacio Real.
Esta idea, es precisamente, la que ‘jodió’ el asunto. La dichosa y maldita obsesión con casar y no eclipsar al palacio, y nos ha quedado un teatro real cada reforma mas soso y la Catedral más pastiches y ortopédica.
Eso no tiene nada que ver. El problema no era elegir un lenguaje clásico sino poner a cargo a un señor que no quería hacer nada impresionante, que no destaque y encima con los materiales más baratos. Era una muerte anunciada. Si otra persona se pone a cargo del proyecto y decide hacer algo como el proyecto de Villanueva que muchas veces se ha traído o algo del estilo de Luis Moya, no hablaríamos igual.
Se puede coger un estilo para hacer que el edificio case con el Palacio Real y convertirlo en una cosa bella y monumental. La mierda (sin perdón) de catedral que tenemos en Madrid sigue el estilo del Palacio Real, pero no es este el motivo por el que la catedral es eso, una basura.
Lo mismo con el Teatro Real, se puede perfectamente hacer una pedazo fachada barroca que case con el estilo del Palacio Real. Es cuestión de ambición y saber hacer las cosas, cosas que brillan por su ausencia tanto por parte del Ayuntamiento como por parte de la Archidiócesis y las administraciones que rigen en esta ciudad.
Sigo insistiendo en que hacer una catedral vanguardista en pleno centro de Madrid no es la solución para la Almudena. Sería la solución perfecta para las “iglesias” (entrecomillo la palabra iglesia porque me parecen más polígonos industriales) de los ensanches, como por ejemplo la que se publicó hace ya tiempo.
Si no saben.
Todo lo que intenten será un bodrio.
Vanguardia es la palabra en clave para hacer cagarros.
Por eso intentan disimular si ineptitud camuflando los cagarros en entornos magnificos
Sigamos el coro de lamentaciones:
Chueca justificaba sendos cagarros de chapiteles en las torres diciendo que buscaba un madrileñismo y casticismo en la catedral (que ninguna falta hacía) y no fue capaz de tomar el modelo que tenía delante de sus narices, la Torre Dorada del Alcázar:
Podría haber construido dos robustos campanarios sobre los extremos de los brazos.
Aún se podría…
Un aire volumétrico a esto pero simétrico y sin postmodernismo:
Porque Lichen es droga dura.
Es que la idea del madrileñismo y el casticismo, me parece un poco curiosa, porque en la época en que se construyeron la mayoría de los monumentos como el palacio Real o muchas las iglesias de la ciudad, el estilo era el contemporáneo del momento y ya está. Eso del casticismo es una especie lastre para cualquier construcción, incluso si quiere hacer algo que sea más clásico, porque cuál estilo madrileño se aplica, de cual época, etc. Me recuerda a la polémica del ladrillo - revoco, cuando durante un tiempo se consideró el primero mas “madrileño” cuando no era necesariamente así. Incluso se adulteraron edificios. La catedral ha resultado al final un batiburrillo de cosas raras.
Aparte de quitar las morrallas made in Rouco, poca solución le veo que no sea invertir un montón de pasta. Aunque siempre se puede soñar, claro.
Qué daño terrible ha hecho eso del “ladrillo madrileño”… Tantos edificios a los que les quedaría de lujo el revoco y, sin embargo, pierden esencia al mostrar ese color arcilla que a mí me resulta desagradable.
Sí, es verdad que caminar por los barrios periféricos, que es por donde más ladrillo rojo hay resulta un poco agobiante a la vista. Yo le he cogido una manía a los ladrillos rojos estilo desarrollismo total y absoluta y es una pena, porque hay usos de ladrillo que son muy agradables como los de ciudades tipo Granada, Roma, Ámsterdam, Venecia…etc. etc. Y también en muchos edificios de Madrid, que están hechos con mucho arte, incluso de la misma época que los truños franquistas y ochenteros. Reconozco que el antiladrillismo es una manía que tengo Una lástima.
Yo, cuando me molesta el ladrillo del desarrollismo veo el no ladrillo del «desarrollismo» francés, italiano o polaco y se me pasa.
Por lo qué veo ya abrieron la terraza. Recuerdo que el primer día que fui al CCRR hablé con un trabajador sobre ello y me decía que eso iba para rato. Un año ha pasado.
Ahora bien de La Almudena qué decir. Nunca he entendido esos fosos que la rodean. Yo los cubreria.