Oye, pues para ser lo que es ni tan mal.
Entren y lean:
Cómo gana la catedral sin la espadaña, los muñecotes y demás pastelería indigesta.
Así es. Sin “cosas”. Era sobria y bella. Objetivamente proporcionada. No ha habido ni una sola “cosa” añadida después a esta imagen que haya aportado belleza al conjunto. Qué desolación: arte sacro post moderno.
Y sin chapiteles ganaría aún más.
(Les tengo ojeriza)
Aunque lo ideal sería poner otros más meritorios.
{Que alguien le ponga unas cráteras a la cornisa de las torres}
Dios te oiga y veamos algo así en los próximos meses.
Creo que lo principal de la reforma que se haga en la Almudena es que esta no le quite protagonismo al Palacio Real (no como ahora y no por razones precisamente buenas). Nos guste o no, Palacio y catedral forman un mismo conjunto patrimonial.
Creo que aparte de reformar la catedral (muchas de las soluciones que se han dado me parecen buenísimas como la de los tapices y la de unas torres más bajas y gruesas) podría aprovecharse para crear una plaza de la armería más monumental y diáfana si se quitase la verja, que creo que es de ffes del 19 ppios del 20 no estoy muy seguro para unir catedral y palacio mediante bovedas como las de los brazos del palacio. De hecho, así figuraba en el proyecto de Chueca y Sidro de 1944
Se sabe porqué no se hizo así? Es infinitamente mejor.
Los cimientos de las torres ya estaban hechos y no soportaban el peso de las propuestas por Chueca Goitia, por eso se hicieron esas torres delgadas que le restan monumentalidad al edificio.
Bueno, esa es la excusa oficial, pero si vemos la huella de la cripta yo no me creo que no estuviesen hechos, lo que si hizo Chueca fue alargar una panda, por lo que quedaban atrasados. Junto a los números 40 de la imagen:
Coincidirían con los pilares que soportan las esculturas de mármol que asoman tras la fachada.
Saberse no se sabe, se sospecha que Chueca fue cambiando de gusto con los años y las limitaciones presupuestarias.
Era una época en que el gusto clásico era denostado y la influencia del movimiento moderno le hizo mucho daño al diseño final de la Almudena.
El diseño se hizo con cobardía, huyendo de la ornamentación, y además con falta de dinero.
El gobierno se desentendió de la obra y se paralizó. Décadas paradas y se acabó con el poco dinero que se pudo.
Casi todo lo que dices es muy cierto, excepto que en los ochenta el gobierno puso todo el dinero que fuese necesario, pero Chueca no se lo esperaba y siguió un proyecto raquítico.
Busca las 7 diferencias:
Yo ahí me imagino más la mano de Sidro que de Chueca. Lo que más me duele por sencillo es la falta de balaustrada en la cornisa de la nave, más allá de otras cosas más notables.
Una vez oí la teoría de que Chueca abarató todo lo que pudo el proyecto porque estaba decidido a acabarla en vida a toda costa. No le quería bien quien me propuso esa tesis. Pero es plausible.
Qué fachada tan bonita y equilibrada. Nunca había visto ese “render” (lo qué propones de cerrar la plaza entera hubiera sido increíble). Qué pena, de hecho el suelo de la plaza que une ambos monumentos es de puro asfalto cruzado con algunas baldosas. Y como no, un par de parterres secos para recibir al visitante.
Con la catedral hubo dos problemas importantes.
El primero, que durante la dictadura no hubo un interés real en construirla. Franco no tuvo ningún interés en el edificio y los avances dependían del impulso que quisieron darle los distintos alcaldes de Madrid. Entre 1950, cuando se comienza el claustro y 1965, se hicieron cosas. A partir de la llegada de Arias Navarro se apostó por proyectos que modernizasen la ciudad y solo en 1969 se hicieron pequeñas obras para luego apenas hacer nada durante décadas hasta la llegada de Ángel Sequía.
Y segundo, que Chueca Goitia fue un arquitecto mediocre que carecía de un estilo definido. Cuando pudo empezar a construirla, en 1950, seguramente el proyecto con el que ganó el concurso le parecía desfasado. Y tenía toda la razón. Yo me le imagino epatado con el Edificio Central del Consejo de Investigaciones Científicas y entonces decide hacer algo menos historicista, más rotundo, más a la moda de entonces. Sin duda un grave error.
En esa estética se podían hacer proyectos buenos como el de Fisac o pesados y redundantes como el Ministerio de Defensa del Paseo del Prado.
Por otra parte, Chueca Goitia siempre fue un arquitecto muy interesado en reinterpretar el pasado, con resultados que para la mirada de hoy son muy sonrojases. Su arquitectura son escenografías retóricas que interpretan los estilos históricos con una alegría desconcertante y muy poco rigor. Lo de Tarazona, por ejemplo, no tiene nombre.
Si el proyecto que ganó el concurso se basaba en Ventura Rodríguez ¿por qué para hacer la fachada de Bailén mira a Juan de Herrera (o a alguno de sus seguidores)? Porque tenía un cacao impresionante. Ahí quería dialogar con el Madrid de los Austrias, pero cuando copia a la Iglesia de Santa Cruz en Medina de Rioseca de Juan de Nates lo hace de forma muy torpe, creando una fachada plana y lo que es peor, introduce soluciones “originales”, porque él se consideraba un creador. Así lo atestiguan las espirales que finalizan los aletones. Espantosas.
Mejor hubiese sido copiar literalmente.
Mientras, la fachada que da al palacio quería dialogar con el barroco clasicista italiano pero introduciendo elementos personales "Yo he querido conjugarlo asimismo con el Madrid de los Austrias, dándole algunos toques de madrileñismo en los chapiteles y la cúpula”, decía. Lo de la coherencia, mejor no.
Cuando se le preguntaba a don Fernando de qué se sentía más orgulloso de la Almudena, decía que de la cúpula porque era una invención. "Es un cuadrado con chaflanes que lo convierten en un octógono sin serlo del todo.” Es decir, exactamente igual que el cimborrio de Antonio Palacios para el Edificio de Correos pero mal realizado y rematada por una cúpula que recuerda a la de edificios de principios del XX de estilo Beaux Art o modernistas.
Yo creo que en las últimas intervenciones Chueca Goitia pensó que estaba justificado por el paraguas del posmodernismo y que cualquier cosa podía colar. La espadaña, que odio con todas mis fuerzas, podría ser la prima lejana de las de Luis Moya Blanco, pero no. Don Luis era un grandísimo arquitecto y sus edificios van de dentro hacia fuera, no son epidérmicos, siempre tienen coherencia a la hora de leer las referencias históricas. Sus bóvedas son sorprendentes, pura sabiduría.
En definitiva, lo de Chueca fue un frankenstein que no se puede justificar con que en las catedrales se pueden ver distintos estilos, obviando que se construyeron a lo largo de muchos siglos.
Pero insisto, si quitasen todo lo que se hizo a partir de su consagración, el edificio, siendo mediocre, ganaría un montón.
No estoy de acuerdo, este hombre de ópera o música sabrá algo (o no, lo ignoro) pero puedo decir que de arte y arquitectura no tiene mucho tino en sus apreciaciones. Vamos, que no tiene ni idea.
Lo más postmoderno y fuera de lugar de la Almudena es la escalera del altar de la virgen, es un sinsentido estético y funcional, una escalera que no lleva a ningún sitio y cuya única función es rellenar espacio.
Otro homenaje marca de la casa, esta vez a la Escalera Dorada de la Catedral de Burgos. Incluso para copiar no todo el mundo vale.
Hombre, los baños Szechenyi, no has sido el primero en traerlos a colación por aquí.