Exacto, eso es lo que decía.
El apoyo de los madrileños a que tiren el monumento.
Yo he dicho lo siguiente
O dicho de otra manera, supongo que la mayoría de los madrileños NO querrían su derribo.
Disculpa, entonces. Lo entendí mal.
Para no hacerlo cansino:
Ningún partido con representación en el Ayuntamiento quiere que se tire el arco.
PSOE (en tiempos de Carmena) y Mas Madrid han pedido que se resignifique
Al menos PP y Más Madrid quieren que se conserve adecuadamente
Las dudas están en cómo conservarlo o rehabilitarlo, qué usos puede tener y si hay que resignificarlo.
Por tanto, el tema del derribo queda zanjado.
¿Pero cómo se puede legislar en una democracia sobre la memoria histórica de cada individuo? Bien que callan estas leyes sobre el papel del PSOE en la historia de España… En fin, como han dicho antes, es un debate absurdo que desde el principio buscaba esto.
Por supuesto que si, veo que no has leído la última frase de mi comentario
pero tu no has contestado. Por algo será.
También te he respondido con mi comentario. Otra cosa es que no lo hayas entendido.
Entre otras cosas explicarlo y renombrarlo. Es algo bien sencillo que han hecho las democracias de nuestro entorno para contextualizar los regímenes fascistas/totalitarios/comunistas del siglo XX
Es algo bien sencillo que no tiene nada que ver con la politizacion que algunos pretenden
Es que nadie habla de la memoria histórica del individuo, del mismo modo que cuando se establecen los hechos historicos se hacen sin tener en cuenta “la historia” de los individuos.
Solo vengo a decir que se está comentando que “un partido X ha recibido pocos votos” y que es porque “X partido proponia demoler el arco”.
Indeoendientemente de lo acertado o no de la propuesta, del éxito o fracaso del partido, relacionarlos como una causa del otro, es una falacia.
No, me refiero a la “memoria” que tenga cada ciudadano. Se quiere legislar para tergiversar la historia y decir que había un bando bueno y otro malo, y eso es falso, y obviamente no es “memoria histórica” que por otro lado es un concepto que no tiene ningún sentido. La memoria y las vivencias son de cada uno, y la historia de una Guerra Civil no debe cambiarse ni usarse como arma política casi un siglo después.
Es que el Arco ya está explicado.
Aquí te adjunto la explicación del Ayuntamiento de Madrid:
Este arco, puerta simbólica ambivalente abierta por un lado a los amplios y abiertos horizontes de la Ciudad Universitaria y de la sierra madrileña, y por otro hacia Madrid, fue promovido en 1942 por la Junta de la Ciudad Universitaria (Comisión Permanente de la Junta Rectora) a instancias del ministro Ibáñez Martín, mediante encargo de croquis iniciales al arquitecto vallisoletano Modesto López Otero, factotum de la Ciudad Universitaria, director de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid (ETSAM) entre 1923 y 1955 y director de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando a partir de 1955, quien diseñará, en dibujos “a lápiz”, los elementos esenciales de la futura puerta.
En 1943 se formaliza el proyecto, ejecutado posteriormente con algunas variantes y dedicado al General Franco y al Ejército victorioso de la guerra civil española, que tuvo en este lugar una de sus últimas líneas de frente. El proyecto quedó estancado tanto por cuestiones presupuestarias como por las derivadas de la remodelación de la avenida de acceso a la ciudad por la Moncloa, pero pronto se retomó en respuesta “patriótica” ante el contexto internacional de aislamiento al que las potencias extranjeras democráticas estaban sometiendo a España. No obstante, cuando se retoma el proyecto entre 1945 y 1946, coincidiendo con la victoria de esos mismos países en la Segunda Guerra Mundial, se atempera el espíritu ideológico que en un primer momento guiaba la construcción del Arco, y, dada su situación al comienzo de la Ciudad Universitaria, conmemorará también la construcción de la misma a auspicios del rey Alfonso XIII, así como su reconstrucción y ampliación en la posguerra.
El Arco se alza sobre el antiguo escenario del campo de batalla, quedará representado en una maqueta de la Ciudad Universitaria depositada con posterioridad en la planta superior del monumento, y, para su puesta en ejecución, López Otero, ayudado por el arquitecto zaragozano Pascual Bravo, igualmente director de la ETSAM durante muchos años, retomará los croquis iniciales y los proyectos de 1943, remitiéndose en 1948 a Luis Bellido, arquitecto de la Junta de Construcciones Civiles, el proyecto de cimentación. En mayo de 1949 queda finalizado el proyecto definitivo y se inicia la cimentación en 1950; en 1953 (siendo ministro de Educación, Joaquín Ruiz Jiménez), se alientan los impulsos finales y se concluyen las obras en 1955, con la decisiva participación de los escultores Julián Lozano y los hermanos Arregui; el villarrealense José Ortells, cuya carrera transcurrirá principalmente en Madrid; y el vallisoletano trasladado a Extremadura (fallece en Mérida), Moisés de Huerta.
La inauguración oficial del Arco de Triunfo, prevista para el 18 de julio de 1956, coincidiendo con el vigésimo aniversario del alzamiento contra la República, no tuvo lugar y no consta que haya tenido efecto en fechas posteriores. Recientemente se han llevado a cabo obras para la ampliación del intercambiador de la Moncloa que han supuesto intervenciones de gran envergadura técnica en las inmediaciones de los terrenos de fundación del Arco.
Autores
BRAVO SANFELIÚ, Pascual (Arquitecto)
Hermanos Arregui (Escultor)
HUERTA AYUSO, Moisés de (Escultor)
LÓPEZ OTERO, Modesto (Arquitecto y diseñador )
LOZANO, Julián (Escultor)
ORTELLS LÓPEZ, José Pascual (Escultor y pintor)
Fecha
1942
Sigue:
Descripción formal
Es un elemento a medio camino entre la retórica monumental de los tradicionales arcos de triunfo de gusto imperial, con cierta estética cercana a la añoranza de la megalomanía de las grandes obras del Imperio Romano, la austeridad de su plástica neoclásica (impregnada de algunas resonancias del clasicismo germánico, entre Schinkel y Von Klenze) y un paradójico toque de sequedad en lo arquitectónico.
La idea inicial se componía de dos elementos esenciales, el arco romano de medio punto, de gran esbeltez pese a la sobredimensión de sus elementos, y una estatua ecuestre de Franco ante el mismo, dispuesta sobre un pedestal y mirando hacia la Ciudad Universitaria, ambos sobre una muy desarrollada plataforma longitudinal de base rectangular, adaptada con estudiados niveles escalonados para salvar los incidentes topográficos del lugar (finalmente, la estatua ecuestre no se colocaría en este ámbito sino en el patio de entrada al Ministerio de la Vivienda de donde fue desmontada).
La puerta es de un solo vano y apoya sobre dos densos cuerpos prismáticos de sección rectangular, a modo de recios aunque esbeltos pilares. Ambos cuerpos, accesibles desde los frentes laterales interiores por pequeñas puertas en arco, encierran sendos vestíbulos en planta baja a partir de los cuales se desarrollan dos escaleras de mármol de seis rellanos y dos ascensores, que conducen a la sala central superior (donde se depositó la maqueta de la Ciudad Universitaria) y para la cual se planearon unos frescos que no se ejecutarían. Dos reducidas escaleras laterales ascienden a la planta superior, donde se instaló la Cuadriga de Minerva que corona el arco, realizada por Julián Lozano en el taller de los hermanos Arregui. El resto de la ornamentación escultórica se encarga a Moisés de Huerta (los modelos de esculturas del “Arco del Caudillo”, que realizó en un plazo de entre 12 y 15 meses y entregó en 1951, así como los bajorrelieves del friso perimetral del monumento) y a José Ortells (quien entrega en 1953 las esculturas de las “Victorias aladas” para las claves del arco), en tanto que el contratista Antonio Jareño lleva a cabo en 1955 el revestimiento de chapa de piedra del conjunto.
El friso es soporte de 34 figuras principales de carácter alegórico y disposición simétrica, cuyo estilo se mueve entre cierto carácter ecléctico de matriz neoclásica, el arcaísmo griego y el Renacimiento: en los laterales hay una figura central, una Victoria alada en uno y una figura femenina sedente en el otro, quizás representativa de la “Patria aherrojada”, con representaciones a ambos lados de tres matronas y de guerreros con armas en actitud de saludo; por su parte, los frentes principales a la Moncloa y a la Ciudad Universitaria muestran diez figuras a ambos lados de sendas lápidas centrales, con inscripciones realizadas en caracteres metálicos, en mayúsculas y en latín, como las demás del Arco, y alusivas al triunfo de las Armas y las Letras. La que mira hacia la Ciudad Universitaria presenta la inscripción: . ARMIS. HIC. VICTRICIBVS. / . MENS. IVGITER. / VICTVRA. / .MONUMENTVM. HOC. / D.D.C., es decir: A LOS EJÉRCITOS, AQUÍ VICTORIOSOS / LA INTELIGENCIA / QUE SIEMPRE ES VENCEDORA / DEDICÓ ESTE MONUMENTO. En sendos laterales del arco, unos medallones formados por coronas de laurel llevan en números romanos las fechas inscritas del comienzo y final de la guerra civil: Anno MCMXXXVI, con el signo griego alfa y Anno MCMXXXIX, con la letra omega. En el frente hacia La Moncloa, se lee la inscripción .MVNIFICENTIA. REGIA. CONDITA. / . AB. HISPANORVM. DVCE. RESTAVRATA. / . AEDES. STVDIORVM. MATRITENSIS. / . FLORESCIT. IN. COSPECTV. DEI., o sea, FUNDADA POR LA GENEROSIDAD DEL REY / RESTAURADA POR EL CAUDILLO DE LOS ESPAÑOLES / LA SEDE DE LOS ESTUDIOS MATRITENSES / FLORECE EN LA PRESENCIA DE DIOS. En los respectivos medallones de las enjutas del arco correspondiente constan las fechas: Anno MCMXXVII, alfa, y Anno MCMLVI, omega”, comienzo e inauguración oficial prevista de la renovada Ciudad Universitaria.
Dimensiones
44,00 x 32,00 x 10,00 m.
Altura del arco: 39,00 m.
Altura de la cuádriga: 5,00 m.
Basamento rectangular: 130,00 x 42,00 m.Materiales
Pétreo (granito y caliza), metálico (bronce y cobre) y hormigón.
Propiedad
No municipal.
Antes de sacar siempre el complejo hacia otras democracias estaría bien averiguar un poco de lo que se habla. Insinuar que en el año 2023 no hay explicaciones del arco es bastante ridículo, aunque supongo que debe ser un mantra al que agarrarse.
Me sorprende haber encontrado esta buena noticia que creo que no ha salido en el foro ni en ningún medio:
La mayoría de madrileños no queremos destruir esta parte de nuestra historia porque podría abocarnos a repetirla.
Dicho esto, la explicación del ayuntamiento se salta una parte importantísima de la Historia pero bueno, supongo que a algunos les vale. A mi esto en un estado democrático me produce vergüenza:
En 1943 se formaliza el proyecto, ejecutado posteriormente con algunas variantes y dedicado al General Franco y al Ejército victorioso de la guerra civil española, que tuvo en este lugar una de sus últimas líneas de frente
Quizá incluso manteniendo el nombre pero añadiendo “fascista” nos podría servir. El tema
es que no podemos convertir esto en una sala de exposiciones de cuadros que hayan pintado en el centro cultural del barrio sin explicar que conmemora el triunfo de un golpe de Estado fascista que nos congeló cuatro décadas en una dictadura que más allá de la guerra tiene crímenes de lesa humanidad por los que la ONU sigue pidiendo a España explicaciones.
Abandonar esa parte de la historia es no contarla.
Pero hombre cita el texto completo ¿no?
Lo que se pensó en 1943 fue distinto de lo que se hizo.
Si el asunto no es que no haya citado esa parte de “atemperar la ideología”, el tema es que el ayuntamiento de Madrid no hable del dictador Francisco Franco y se refiera a “ejercito victorioso de la guerra civil” y no al bando sublevado que acabó ganando la guerra civil tras un duro y largo asedio a nuestra ciudad.
En todo caso añadir “franquista”, puesto que el Fascismo fue otra cosa.
El uso homogéneo de “Fascismo” para todo régimen dictatorial es de un reduccionismo que banaliza los grandes elementos diferenciadores y personalistas de cada uno.
No estoy del todo de acuerdo. Eso podría explicar muchas cosas de los 40 años de dictadura en España debido a los personalismos típicos de cada dictador, aunque creo que si debemos enmarcar la dictadura franquista dentro de una ideología desde luego sería la fascista. Se trató de un régimen autoritario y totalitario. El régimen era ultranacionalista, clasista, enaltecía a las clases dominantes y trataba de borrar las identidades periféricas. Ese nacionalismo y clasismo es lo que lo alinea con los regímenes fascistas de la Europa del XX.