Son años los que llevamos comentando lo de las cocheras.
Lo que tenemos, en esencia, es lo siguiente.
La necesidad que tiene Metro de renovar sus cocheras, y de hacerlo en ese punto y a esa cota.
Unas cocheras de 1919 que, a juicio de la mayoría de los expertos, carecen de valor como estructuras y que tampoco tienen un valor simbólico relevante de cara a la ciudadanía, para la que siempre estuvieron ocultas o supusieron sinónimo de espacio degradado.
Una modificación puntual del PGOUM que establece que las nuevas cocheras podrán financiarse con cargo a aprovechamientos, debiendo cederse parte de esa edificabilidad y el espacio libre resultante de la cubrición de las cocheras al municipio.
Una cooperativa que ha adquirido los derechos de edificabilidad a Metro y que ha presentado un proyecto conforme a a la ordenación prevista por el PGOUM para ejercer esos derechos de edificabilidad.
Unos grupos particulares, sin representatividad clara, que tratan de boicotear la operación mediante una estrategia legal dilatoria, aduciendo la defensa del patrimonio. (Y en algunos casos, incomprensibles teorías sobre la relación entre la torre proyectada y los edificios Titanic que, si no me despisto, estarían separados por unos 200 metros).
Todos los elementos de la ecuación parecen encajar, excepto el último. Porque nadie ha sido capaz de presentar un proyecto de ordenación que a) preserve las cubiertas de las cocheras b) genere otras nuevas, funcionales y operativas, c) cumpla con el PGOUM -aprovechamientos, cesión de equipamientos y dotaciones- y d) preserve los derechos de Metro y de los cooperativistas sin causar un perjuicio al ayuntamiento.
En principio, y a la vista de lo que lo que la mayor parte de los expertos señalan, todo apunta a la que la solución más sensata sería la de proceder adelante con el proyecto aprobado. Y que, si alguien lo considera de interés, se pueda desmontar uno o varios módulos de las viejas cocheras, restaurarlos e instalarlos con funciones de ingreso y centro de interpretación de un posible museo del Transporte (aprovechando para el material de Metro dos o tres vías de la cochera, segregadas del resto) olvidando la idea del museo previsto en Plaza de Castilla,
Por supuesto, si alguien es capaz de presentar un proyecto realista que preserve cubiertas, genere nuevas cocheras, restañe tejido urbano y preserve aprovechamientos y dotaciones, sería bienvenido y aclamado. Pero no parece que sea el caso.
Cualquier otra alternativa a estas dos, me temo que va a resultar muy onerosa para el contribuyente…