Me entristece la falta de visión de Sierra Nevada como un destino más premium, como apuntó un día @octareyes. Tenía toda la razón: creo que se podría vender muy bien un destino entre Granada y la Costa del Sol.
Pero basta ver Pradollano y se hace evidente que hay un problema.
Habría que ser mucho más estrictos en cuanto a impacto paisajístico.
Tal vez recuperar el tranvía sería un revulsivo turístico espectacular.
El contraste con lo que se hace en Andorra es evidente.
Es un problema que veo habitualmente en Andalucía. Cuando algo funciona turísticamente, se revienta: de edificios, de torres, grandes carreteras, nuevos desarrollos, mega hoteles.
Y se olvida todo lo demás: el patrimonio, la ecología, la restauración ambiental. A veces para compensar, se apuesta por falsos históricos o semi-histórico.
Este proceso espanta a un tipo de turista que podría ser más interesante.