Me parece increíble. ¿Os imagináis tener en vuestro día a día un cheque en blanco tan poderoso? En fin, políticos y política…
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¡Fantásticas fotos!
Quitar las filas de aparcamientos, las farolas clásicas y el adoquinado al mismo nivel de la acera hace que suba escandalosamente el nivel de estas calles en cuanto a elegancia.
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Gracias. Cada barrio o calle tiene su personalidad y en unos quedan bien unos faroles y en otros otros, pero, gustándome los faroles tipo Villa, los fernandinos suelen ser más apropiados para calles elegantes. Es que hasta las “monumentaliza”.
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El otro día me fijé en la reforma de la fachada de un edificio en la calle Esperanza en Lavapiés.
Es el número 10 el edificio en la parte izquierda de la foto
Cómo es ahora y cómo era antes.
En mi opinión estas pequeñas actuaciones privadas pueden mejorar mucho algunas zonas del centro.
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Menudo cambio, yo opino lo mismo, todas estas “pequeñas” intervenciones pueden mejorar mucho la ciudad, me encanta como ha quedado.
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y tanto, y encima los vecinos han ganado su balconcito.
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Increíble esa mejora, da gusto ver cosas así, ojalá cunda el ejemplo, sería muy apropiado para muchos anodinos edificios de los 50 del centro que son de ese estilo. Quedarían más bonitos e integrados en nuestro tan abalconado casco histórico madrileño.
De google maps. Se nota el cuidado por el detalle:
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Totalmente de acuerdo. Da gusto ver ese tipo de reformas. Un diez.
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Qué fino y qué buen gusto. Muy buena reforma sí señor, sobre todo para sus vecinos que han ganado ese espacio a la calle.
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Deberíamos hacer un hilo del feísmo madrileño y subir ahi todas las aberraciones
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Lamentablemente hay muchos ejemplos de esos… En la encantadora plaza Arturo Barea de Lavapiés, con el bellísimo edificio de la UNED presidiendo, un edificio exactamente igual que el de la foto. Los 70-80s y los perfiles de aluminio, barandillas chungas y total libertad de los vecinos para cerrar o abrir balcones. Vamos, un culo de lavavajillas.
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Pero es movimiento moderno , el problema es que las fachadas están chabolizadas hasta decir basta, que han alterado por completo la imagen del alzado y de la presencia urbana;
El edificio de Ponzano, si no estuviera asi de alterado , está considerado una de las obras maestras de uno de los renovadores de la arquitectura en la segunda mitad del siglo XX, Luis Laorga.
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Curiosamente esos edificios de fachadas desordenadas, donde cada vivienda parece tener vida propia sin importarle la norma de la comunidad, es decir el batiburrillo, me dan alegría y calor. Quizá deba pagarme un abono con un psicólogo, pero no sé exactamente porqué me gusta más este desorden que las fachadas de estos mismos edificios ordenadas, iguales y sin ninguna ruptura cromática.
Creo que en este tipo de bloques se intuye que hay vida y variedad, que cada vivienda es un mundo en sí. Por contraposición los ventanales idénticos, blancos, o grises, me recuerdan a los hospitales, a un ministerio de Kafka, o a un psiquiátrico.
De hecho, el ladrillo blanco es deprimente. Lo he visto tantas veces en Europa del norte que no me produce sino melancolía y ganas de no estar en esos edificios.
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