Para romper una vara a favor de España… Hasta hace poco y durante mucho siglos los grandes europeos (Francia, Italia y Alemania) duplicaban e incluso tripilicaron la población de nuestro país, en una superficie igual o menor.
Un país montañoso, de ganaderos, de pocas precipitaciones… Tal vez se libren las vegas del levante y el sur… Muchísimo patrimonio tenemos para unas condiciones de partida francamente duras.
Poco a poco he ido aprendiendo y valorando el patrimonio español… Muchas veces austero, algo más misterioso, bien adaptado al medio, el contraste exterior (sencillo y duro) e interior (agradable y fresco).
No solo eso, si somos justos con la historia deberíamos hablar de patrimonio hispano, añadiendo al lote la gran cantidad de catedrales y edificios hispanoamericanos.
El nivel incluso supera a lo que se construyó en la península.
Aunque esto claramente rompe con el dogma de la población, por supuesto en la época imperial España superaba por mucho la población y por tanto la fuerza de trabajo y recaudación de cualquier otra potencia.
Yo no creo que en España tengamos un patrimonio con un toque más austero ni que las condiciones de partida fuesen más duras. Si desde la época de los fenicios, griegos y cartagineses se asentaban aquí, por algo sería. Aunque es cierto que en esos tres casos se centraron en las costas levantinas. Luego llegarían los romanos.
Es difícil encontrar otros país en Europa, aparte de Italia, con la riqueza y variedad de estilos que tenemos en España. El problema es que tuvimos un siglo XIX nefasto, que empieza con la Guerra de la Independencia, que aparte de esquilmar a la población, afectó a nuestro patrimonio de una forma brutal. Solo recordar que se destruyeron ciudades enteras, como Zaragoza y el resto del siglo es una sucesión de guerras civiles que impiden que el país se recupere. En el XIX es cuando las ciudades de Europa construyen la imagen que tienen ahora y es cuando muchos monumentos de otras épocas se restauran, como las catedrales de Viena o París o se terminan, como las de Colonia o de Florencia. Por todo el continente se construyen edificios de grandes dimensiones replicando estilos del pasado, como sucede en Viena o Berlín, que tenían una población similar a la de Madrid a finales del XVIII (menos de 200.000 habitantes), pero que un siglo después habían multiplicado por diez su población, rozando Viena los dos millones de habitantes y superando Berlín claramente esa cifra. Madrid por entonces sobrepasaba el medio millón de habitantes.
El XIX es también el siglo en el que empiezan a escribirse manuales sobre historia del arte y a nadie se le escapa que los mayores especialistas fueron los británicos, alemanes, franceses y en menor medida italianos. Y todos barren para casa. Si había que decir qué pintura era la original y cuál la réplica, la de colección española tenía todas las de perder y eso que las decisiones se tomaban basándose muchas veces en fotos de baja calidad. Se apoyaban en el ojo “infalible” de los especialistas. Todavía faltaba mucho para utilizar métodos más científicos, como revisar archivos.
El Escorial es un milagro, una maravilla mires por donde la mires. Pura matemática. Para mí, en su arquitectura, es perfecto. Un edificio que fue muy influyente en su época a través de los grabados que se difundieron por toda Europa. Luego está la Leyenda Negra asociada al edificio, que se prolongó durante siglos. El Don Carlos de Shiller de finales del XVIII necesitaba un telón de fondo tan frío y tétrico como los amores que ahí se representan. Verdi toma el texto y lo transforma en su inmortal ópera. Maravilla de música, sí, pero cuyos diálogos poco tienen que ver con hechos históricos.
Por fortuna, la visión del edificio se ha modificado en el XX, aunque es imposible que en mayor o menor medida quede tamizada por visiones del pasado. Pasa con todos los grandes edificios del pasado, como los Palacios Nazaríes de la Alhambra o Notre Dame de París
Además de su arquitectura cuenta en su interior con un patrimonio sobresaliente que se tendría que poner en valor. Creo que habría que darle una vuelta a cómo se muestran los espacios y las distintas obras de arte que contiene. Hay espacios que siguen con la museografía de principios del XX y eso no le hace ningun favor.
Hablando exclusivamente de la península estas en lo cierto. El problema de la poca población ha sido siempre tremendo en España.
Pero realmente se debe contar con los virreinatos como parte del estado imperial, sus súbditos, impuestos y demás. Al final inevitablemente la península recogía recursos de allende los mares y los territorios de ultramar consumían otros de la península.
La perdida patrimonial en sucesivas guerras en dos siglos por supuesto que es inabarcable también, como decía acertadamente @gromiko, aunque no se hasta que punto otros paises la han sufrido, como en las guerras mundiales (quizá con un ánimo reconstructor mas animado que en España) .
Pero la monarquía hispánica se tiro 300 años construyendo toda clase de infraestructura y patrimonio en América, luego se fragmento todo y al final pues contamos la únicamente la península. Cierto es que se construían con los propios recursos del virreinato, pero no dejaban de ser recursos comunes.
Razón tienes en que se debe limitar, pero esa sensación de que España se quedo con el nombre y perdió su razón de ser con las independencias cada día la tengo más presente. Creo que en este debate la hispanidad sobrepasa en muchos niveles a las ciudades estado italianas.
No comparto ese argumento la verdad, las influencias culturales americanas incluso filipinas en la península y cultura española son muchísimas.
Te invito a investigar sobre el tema, especialmente acompañado con un muy madrileño Mantón de Manila, mientras comes una buena tortilla de patata jajajaja, permíteme la tontearía con esos dos topicazos.
Como decia Lorca «El español que no conoce América, no sabe lo que es España»
No quiero alargar mucho el off topic
Lo dicho, no estoy de acuerdo, destacando la enorme diferencia de España con “Europa” en esos siglos, existían las dos proyectos, el Español ( Habsburgo, monarquía hispánica) y el resto, claramente diferenciados en temas de intercambio cultural y en guerra permanente. Mucho lío para un post también te digo jajaja.
A lo que iba se puede argumentar que cierto patrimonio de Cuzco, Lima o Santo Domingo, perteneció a “España” de igual manera que El Escorial. De la misma manera que el acueducto de Segovia fue patrimonio de Roma.
Imperio Romano = Imperio Español, frente a España e Italia. No pueden ser sinónimos.
Por mi parte cierro el largo off topic, un placer hablar de estas cosas con tranquilidad, no te lo tomes a mal.
En los debates que ha habido sobre la poca monumentalidad de Madrid (sic) siempre mantuve lo mismo: en 1790 o 1810 debía haber pocas ciudades más monumentales que la capital española.
La diferencia es que Madrid no tuvo un XIX (cuando eran posibles grandes y pomposas operaciones de transformación urbana) muy próspero y de continuas obras.
Con lo de la austeridad o lo de las condiciones de partida duras… Pese al enorme patrimonio español, no sé si es posible equipararlo a la “densidad” que llega a haber de palacios e iglesias espectaculares en Francia e Italia… Tal vez sea algo subjetivo… Y volviendo al XIX… Tal vez ahí los “retoques” y “reconstrucciones” vistosos fueron mucho más numerosos.
Entre Palacio Real, puertas monumentales, el Paseo del Prado, iglesias y basílicas, grandes jardines… Los reales sitios… La arquitectura de Ventura Rodríguez, Juan de Villanueva…
Milán o Berlín no creo que fueran mucho más espectaculares… Creo que el pasado medieval de Londres, París, Viena o las grandes ciudades alemanas les siguió pesando mucho hasta el XIX.
París o Lisboa debían ser dignos de ver. Incluso Roma, aun sin grandes paseos o avenidas y rodeada de ruinas. Estas tres puede que fueran las más monumentales por entonces.
He encontrado este blog de “como era Madrid a mediados del s. XVIII”,
Cuenta como era el Palacio del Buen Retiro. También cuenta de la magnificencia de la ciudad, pero el olor que habia.
Fuente : Barbarosillo, (Bárbara Rosillo).
Y esta de la revista “Madrid Histórico”, del Madrid del s. XVIII; está muy bien porque explica como se solucionó lo del “agua va”.
El Londres del Greenwich Hospital, de las iglesias de Hawksmoor, de Gibbs, de Archer, de Nash, de las casas señoriales y palacios georgianos… tampoco debía estar mal
San Pablo era un gran buque entre un mar de campanarios blancos.
A finales del XVIII o principios del XIX Londres tenía un millón de habitantes. Cinco veces más que Viena, Berlín, Madrid o Lisboa, todas en torno a 200.000 habitantes. Solo París y en menor medida Nápoles (casi medio millón de habitantes), eran comparables. Por cierto, según varios viajeros, la ciudad marítima más bella de Europa era Nápoles, “Ver Nápoles, después morir” en palabras de Goethe.
El Monasterio es de una arquitectura tan sobresaliente que incluso algunos viajeros franceses e italianos atribuían su construcción a sus compatriotas. Claude Perrault, uno de los arquitectos franceses más importantes de la primera mitad del siglo XVII, consideraba que la autoria del edificio era de Louis de Foix. El edificio más grande construido durante el Renacimiento y además realizado en piedra, con una estereotomía innovadora, solo podía ser francés. O italiano.
Cuando el Escorial era francés: problemas de interpretación y apropiación de la arquitectura española
Totalmente de acuerdo. Es una maravilla El Escorial en el lugar donde se levanta, pero la proyección que tendría Madrid si semejante monumento se levantara en, por ejemplo, donde hoy se encuentra el Templo de Debod… O en la Plaza de España.