Una cosa que me llamó la atención de Lisboa era el tratamiento igualitario para todas las zonas de la ciudad.
O esa sensación me dio. Había zonas del eje de negocios que tenían el mismo solado y mobiliario que el que te podrías encontrar en Alfama o la Baixa pombalina.
Me gustó mucho esa continuidad en materiales y soluciones.
Creo que las guías de estilo para distintas zonas de la ciudad pueden estar bien, pero temo seriamente que termine recalcitrando y consolidando distintos escalones de la ciudad.
La ciudad turística, adoquinada, con farolas históricas, y todo eso, de cara al turista, con el resto de la ciudad, que seguirá teniendo farolas autopisteras, aceras de hormigón y todo eso. Eso no me gustaría nada.
Además de que puede terminar siendo un poco farsa. Me imagino farolas históricas en partes del ensanche que realmente no tienen ni 100 años, mientras zonas de Carabanchel, Villa de Vallecas o Tetuán siguen condenadas a un trato menos primoroso o fiel históricamente.
Ayer pasé por la plaza y me pareció que han replantado parte de los árboles que retiraron para la obra. Había alguno aún sin plantar en macetones. Creo que es así porque no parecen árboles nuevos de vivero, que tienen otro aspecto, más sano, por decirlo de alguna manera. Estos tenían ramas rotas, y algunos estaban aparentemente en muy mal estado, casi secos. Daba bastante pena verlos.
Madre del amor hermoso, supongo, espero, deseo, imploro, suplico… que eso solo sea una indicación de que se va a hacer algo con el mediocre mural actual, no que sea ese dibujito esgrafiado lo que al final se va a hacer.
A ver si tenemos otro Santa Teresa… “Se derraman más lágrimas por las plegarias atendidas que por aquellas que permanecen desatendidas”.
Por cierto, el Ayuntamiento ha encargado a Daniel Canogar una escultura-prisma en recuerdo a quince periodistas fallecidos, seguro que en esa medianera, con los recursos adecuados, podría hacer algo grande. Grande en todos los sentidos.
Si alguno no lo conocéis, podéis ver una pieza suya ahora en la Fundación Telefonica
Y de paso ver la estupenda exposición de Plensa
Que aunque a veces hace truños, otras le salen maravillas.
Se ven un par, muy pegados al parterre, y uno de ellos creo que molesta teniendo en cuenta el camino más bien estrecho.
Espero que sean los últimos coletazos de este tipo de reformas en el centro. Por suerte parece que en la reforma de la plaza 2 de Mayo romperá con este tipo de estilo.
En cualquier caso, la plaza va a tener dos partes, y esos árboles se encuentran en la zona que se configura como parque (el suelo ahí, entre los parterres, se supone que es terrizo, frente al granito de toda la parte perimetral).