¿Algo así?
Eso sería una maravilla. Y como fantasía ampliaba el parque hasta Agustín Querol, trasladaba el IES y creaba un pequeño campus universitario de astronomía y biología.
Un protocolo realizado en caliente ante la desgraciada muerte de una niña que carece de sentido.
Aunque al alcalde no le preocupe que los ciudadanos no puedan disfrutar del parque, parece que si le preocupa que no puedan funcionar los negocios privados.
A ver si hay suerte y cambian el protocolo para avisar de los peligros pero no prohibir.
Pd: creo que la feria de libro, es un acontecimiento privado que si justifica el uso del Retiro.
Basta con aumentar la temperatura y velocidad del viento que sean preceptivas para el cierre para no tener que cerrarlo quince veces por verano.
Me gustaría ver un recuento pormenorizado de cuantas ramas de un tamaño peligroso se han quebrado durante todos estos cierres.
Cómo se explica al final del artículo, al parecer el protocolo fue una medida de emergencia para permitir la revisión del arbolado, pero ahí se quedó…
Lo más triste es que mucha gente comulga con esta rueda de molino porque supuestamente lo ha dicho un experto. Sociedad semoviente.
Bueno, en mi experiencia no mucha gente comulga, y porque el Retiro tiene vallas de varios metros…
Hace un par de fines de semana, había alerta naranja, lo que obliga, igual que la amarilla, a cerrar las zonas infantiles. Esto es bastante absurdo, ya que en realidad, hay mas árboles fuera que dentro. Mi hijo de 6 años me preguntó de hecho que qué pasaba con los árboles de fuera, que si no se caian…
En cualquier caso, si no hace demasiado viento, lo normal es que los niños se salten la cinta y jueguen en el parque. En esas estábamos ese día, dentro de un parque lleno y precintado con doble cinta, naranja y amarilla, en la que llegaron los de seguridad de Ilunion (en furgoneta, sin apenas espacio, y con los niños corriendo por ahí, que ya me parece más peligroso que el viento). Cortaron la cinta naranja, cambiaron el cartel de alerta naranja a amarilla, y se marcharon a otra cosa mientras los niños continuaban jugando tranquilamente.
Desproposito absoluto.