Palacio Real de Madrid

No. Solo hay una escalera. Pero se proyectaron dos, gemelas y simétricas.
Una donde está el actual salón de columnas y otra donde está la actual escalera, pero nunca se llegaron a construir esas dos escaleras.



En medio de ambas escaleras habría proyectado un salón de banquetes.

Las cajas de los salones que acogerían ambas escaleras simétricas sí se llegaron a construir, mientras se proyectaba como hacer las escaleras, con columnas y bóvedas con frescos alegóricos de Corrado Giaquinto.
Por eso son iguales en su aspecto la Escalera y el Salón de Columnas.




Carlos III que era más bien un soso, ordenó construir solo una de las escaleras, y de forma más sencilla. La escalera construída para él estaba donde está ahora el salón de columnas. Al oeste. Y donde está la escalera actual se hizo un salón de baile.

El salón central entre las proyectadas escaleras gemelas, pensado para salón de baile, que habría tenido una decoración fastuosa y sobre la cornisa, en las esquinas, balcones para los músicos,

ya no se necesitaba al haber dedicado para ese fin la caja de una de las escaleras. Se dedicó ese salón central a salón de los Alabarderos, la guardia personal de la familia real, por lo que nunca recibió la rica decoración proyectada para él. Se quedó bastante pobre.

Eso sí, recibió un fresco maravilloso en la bóveda, de temática militar adecuada a la función de sala de guardia: Eneas recibiendo sus armas. De Giovanni Battista Tiépolo.

Carlos IV instaló, ya convertido en rey, sus habitaciones en el lado este del palacio, el lado contrario a las de su padre, así que para mantener un nuevo recorrido ceremonial coherente mandó cambiar la escalera al lado contrario.
Desmontaron la estructura de la escalera y sus escalones monolíticos y en el otro lado el suelo del salón de columnas y los intercambiaron de sitio. Y en esa posición es como están ahora.

En en Palacio de Riofrío, sí que se construyeron dos escaleras simétricas según proyecto inspirado en el abortado proyecto del Palacio Real. En Riofrío gobernaba Isabel de Farnesio, que no era tan aburrida y austera como su hijo Carlos III y no amputó el diseño de Bonavía.

En Madrid, la escalera gemela que falta hay que imaginársela empezando donde está ahora la estatua de Carlos III.

Dos escaleras gemelas y enfrentadas no es necesario, pero eso sí, sería espectacular.

Disculpad el tostón

FELIZ NAVIDAD A TODOS

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