Palacio Real de Madrid

Exacto @Benfer, se conserva la cama.
Bueno, para ser exactos, más que la cama lo que se conserva es la “ropa de la cama” es decir, las tapicerías de la cama. El mueble en si, la cama, no se conserva porque no era más que un armazón de madera, travesaños, que iba oculto por esos tapices. No era una cama “esculpida”, sino “vestida”.

Todas las tapicerías, las de los muros, cortinas, cama, y las que recubrían sillas, sillones y canapés, sol de lana en colores, sobre fondo color “piedra venturina”, se tejieron según cartones del italiano Guillermo de Anglois, y a la marcha de éste a su país, los cartones restantes fueron pintados por José del Castillo.

Se ha podido reconstruir el mueble, la Cama de Carlos III por las medidas de los inventarios y sobre todo porque existen los tapices de la cama, que dan la medida.
Pero el dosel actual no es el original. Ni son esas piezas de tapicería ni son esas medidas.
Parece que podría ser éste dosel con éste tapiz, ambos regalados tiempo después a la catedral de Santiago de Compostela:

Aquí unas fotos que hice en diciembre de 2017 en la exposición de Carlos III que has citado: Con la cama “buena” y el dosel “malo” :+1:




El tapiz de un canapé del dormitorio.

Se conservan varios sillones con la tapicería. He visto dos en un cuartucho de paso sin decorar, justo antes de llegar al camón de la escalera (donde está la estatua sedente de marmol de Carlos IV) pero no me dejaban hacerles fotos. Deben ser los que marco en amarillo :yellow_square: en una foto más abajo.

Y almacenados hay más sillones y sillas con sus tapicerías.
Cuando vi aquellos dos sillones de cerca, me recordaron en tamaño y en sus formas a los del salón de Gasparini. Me pareció increible que esas dos reliquias del dormitorio estén así arrumbadas en ese pasaje tan feo y oscuro.

Aqui pongo una foto de internet con la cama u algunos de los cuadros de Mengs (pintor tan aburrido como Carlos III, que lo idolatraba). Todos los cuadros del dormitorio eran de Mengs, salvo dos cuadros ovalados de la Virgen y Jesús, que están hechos con micromosaico.

El problema es que Alfonso XII “el mutilador”, al volver del exilio en París, trajo consigo el recuerdo de la moda decorativa más actual de París y del Londres victoriano, y quiso modernizar totalmente el palacio de sus antepasados.
Y en su campaña de “modernización”, decidió destruir toda la decoración auténtica barroca para hacer pastiches artificiales por todos sitios (neobarrocas algunas salas, neo platerescas otras, neo-Luis XIII otras, neo-Luis XIV otras) y quiso hacerse un dormitorio con las colgaduras (los tapices) que revestían las paredes y la cama de Carlos III y que estaban cuidadosamente guardados en los sótanos desde la destrucción del dormitorio, cuando Fernando VII.
Alfonso XII provechó algunos de los tapices de la cama y mandó “recortar” (sí, tal cual) algunos de los de los muros y de alguna de las cortinas de las ventanas para hacerse cortinajes para su nueva cama esculpida al estilo Luis XIII francés, con un dosel diferente al que tuvo la de Carlos III.

En amarillo, dos sillones originales del dormitorio de Carlos III.
En rojo, varias colgaduras cortadas por la mitad sirviendo de cortinas.
En verde dos cómodas del dormitorio de Carlos III.

Trozos cortados por la mitad (supongo que las cortinas de Alfonso XII) decoran desde los años 40 del siglo XX, sobre seda amarilla, la Saleta Amarilla, antiguo dormitorio del maldito Fernando VII.

Uno de los tapices cortados, con los trozos juntos (que no cosidos), para la exposición de Carlos III.

En definitiva, se conservan todas las colgaduras pero algunas tendrían que ser recosidas, pues fueron partidas.
Y hasta el día de hoy Patrimonio Nacional no se ha decidido a hacerlo.

La chimenea original se conserva pero fue trasladada a otro salón. La actual es del siglo XIX.

En la bóveda, en lugar del fresco actual en honor de Carlos III, había estucos chinescos, al estilo de los del salón de Gasparini.

Lógicamente en caso de restituir la habitación, de Carlos III los frescos actuales no se tocarían, porque además de que no hay dibujos de esos estucos desaparecidos, el fresco actual es muy valioso.

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