Hola, soy lector habitual del foro y alguna vez muy puntual he contribuido. Al tener 22 años, estoy bastante ocupado por temas de la universidad, no puedo estar muy informado. No obstante directamente se me cae el alma a los pies cada vez que me meto en este hilo, supongo que como a la gran mayoria jajaja
Al margen del evidente mal planteamiento que pueda tener el barrio, siempre me he preguntado porque estos nuevos edificios residenciales que se están construyendo en esta zona carecen de vida comercial ninguna, literalmente son residenciales que podrias ver en valdebebas pero a un paso del centro de la ciudad. A mi parecer, no tiene sentido que en una zona tan integrada en lo que es la ciudad de madrid se de estos casos, y pasó igual con la torre de Riverside homes, q puede ser de buena altura pero los bajos son totalmente horribles. Recién me he metido en el hilo de hamburgo en skyscrapercity, ellos también están llevando a cabo un proyecto de regeneración urbana para regenerar antiguas zonas industriales y, si bien este barrio lleva en construcción bastante tiempo, es bastante dudoso que esta zona de madrid acabe siendo asi .
Al margen del origen del muro, de las zonas verdes (que tambien tiene tela), tan dificil es tener esto en un nuevo barrio en madrid, en serio?
En la foto que hay en el mensaje del compañero que respondo, se ve claramente como el edificio carece de bajos comerciales.Es q m parece increible, incluso las zonas que cito aqui arriba de Hamburgo me parecen ya mejor de lo que se ve en los renders de las promociones en Madrid. Miedo le tengo a como pueda quedar. Literalmente va a quedar un pequeño barrio formado por residenciales completamente aislados de la vida de barrio y un barrio sin vida al margen de pasear por el parque. Deseo que en el resto de residenciales que se construyan, se integre algun bajo comercial interesante. Es que es lamentable, las comparaciones son odiosas:
Aunque el barrio esté en construcción, el resultado no será muy diiferente al actual cuando se acaben de construir los residenciales y florezcan los árboles, barrio sin vida comercial. No sé ustedes, pero me da mucha mucha envidia que en la capital de mi país no se construya a la altura de lo que la segunda capital mas poblada de la UE merece.
Se debería haber intentado al menos. Ya a estas alturas me da pereza volver al debate de las torres, las alturas y demás. Incluso con edificios de pocas alturas se podría haber hecho algo, como mínimo, llamativo, vistoso, algo que de verdad contrastase con la vulgaridad arquitectónica que inunda ese entorno. Pero se ha hecho lo contrario, la ha replicado, se ha mimetizado con ella… No lo digo yo, lo dijo el propio artífice del engendro, Bardají.
Diría más… y es que a raiz de imaginar sin ellos todos esos edificios hoy horrososos por la plaga de los cerramientos, creo que son incluso superiores a los construidos hoy. Tenían terrazas, buena orientación, se amoldaban incluso a la curva que da el río… lo de ahora es un pegote asqueroso. Incluso el muro, de haber tenido que comérselo por narices, se podría haber escalonado en altura para hacerlo menos agresivo… Nada de nada. Es la orgía del horror, de cuanto peor, mejor. Y lo dicho, lo peor que se ha hecho en Madrid desde hace décadas.
Todo viene de errores de concepto urbanísticos garrafales.
Para vender una promoción como lujo hay dos opciones, o hacerla en altura para vender centralidad, vistas y ammenities, o hacerla en extensión para vender exclusividad, espacio, jardines, piscinas.
Aquí se hace un pastiche de ambos conceptos, bloques con piscina en jardín, y eso no casa bien con poner un Mercadona en la esquina, por lo que tenemos bloques autistas con muros perimetrales que cierran jardines privados o zonas comunes privativas que no deberían existir en mitad de la ciudad consolidada.
Pero a algún gestor le puede dar un derrame de leer esto.
Si Potsdamer Platz la hubiese ideado un gestor madrileño tendríamos dos tartas de zanahoria y un par de muros con piscina…
En mi barrio hay locales comerciales,que llevan más de 5 años vacíos y lo que les quedan.
Porque ese rollo de vida de barrio,tan post moderno y muy del votante de más Madrid,luego el 80% de sus compras las hace on line,es que ya cansa un poco todo.
Bueno, alguien comentaba esto muy bien en el anterior foro.
Ahora comprar está muy asociado a la experiencia, no tanto a comprar el producto.
Si creas las bases para que sea un espacio agradable (amplio espacio peatonal, buenas conexiones, sol, densidad suficiente etc) seguramente funcione. Y si además el tipo o la tipa se curra el local, hace algo bonito y especial, arrasa.
Ahora, si tienes aceras de un metro, no hay árboles o espacio estancial, el sitio es desagradable encima etc, seguramente cierren, sí.
De hecho las zonas que cumplen, en Madrid, viven un trasiego constante de gente, las cadenas y tiendas se van sucediendo constantemente, y que siempre va a más.
Los jóvenes no irán a mercerías y droguerías, pero van a librerías, tiendas de ropa, cafés, restaurantes, pubs, negocios deportivos o locales más especializados.
Yo creo que un Ayuntamiento realmente preocupado por la economía debería propiciar esa situación favorable siempre que pudiera.
Creo que os estáis pasando en la concepción elitista de la compra. Tenemos Gran Vía - Sol lleno de marcas y abarrotado de compradores, y estas tiendas son destinadas a trabajadores de sueldo base más bien bajo, muchas low-cost, con ningún tipo de experiencia en su interior más que el comprar barato.
Sinceramente si queremos hablar de la muerte del comercio de proximidad, más que culpabilizar a internet creo que tendríamos que empezar a poner el foco en la monopolización y el estatus que generan las marcas. La gente en su mayoría ya no va a comprar en la tienda de la esquina porque en ves de gastarse 40 euros en un pantalón se va al centro comercial y se compra dos o tres por el mismo precio y encima es de una marca reconocible. Y esto no es único para la ropa, con los mercados a ocurrido lo mismo, quien a matado la compra en los mercados han sido las grandes superficies no internet.
Y bueno a todo esto habría que añadirle la pauperización. Con salarios estancados y precios cada vez más altos nadie va a gastar más por lo mismo por mucha proximidad que haya.
Como sugiere Mauro Guillén en “la revolución multigeneracional”, el segmento de población al que irán destinadas las campañas de marketing comercial va a ser el de la franja etaria superior a los 50, puesto que serán los más cuantiosos y con mayor poder adquisitivo de aquí a pocos años. Las ciudades y sus comercios estarán adaptadas a los gustos de ese segmento poblacional.
No se puede generalizar, hay barrios donde es cierto que el comercio de barrio está bastante muerto mientras que en otros ha pasado todo lo contrario. A mediados de los noventa la mayoría de los locales comerciales de la zona de la calle Pez y aledaños o estaban cerrados o las tiendas y bares que los ocupaban estaban medio muertos. Funcionaban en plan zombie. Un ejemplo, el local que ocupa LAMUCCA desde 2007 en la plaza de Carlos Cambronero llevaba cerrado décadas. Era una antigua tahona que yo no llegué a conocer. Desde la primera apertura, LAMUCCA ha abierto unos cuantos locales por todo el centro convirtiéndose en un lugar de éxito. Ahora la zona está llena de tiendas de moda, de restauración, librerías especializadas, galerías de arte, de objetos de diseño… tiendas que no dependen solo de los vecinos para sobrevivir, sino también de gente de fuera del barrio. Al mismo tiempo sobreviven negocios de toda la vida: almacenes de maderas, tiendas de lámparas, farmacias, ferreterías, el mercado de los Mostenses… las tiendas clásicas de alimentación han desaparecido prácticamente, mientras que han llegado un montón de supermercados, chinos y tiendas especializadas. Las panaderías tradicionales cerraron, la verdad, eran bastante cutres y ahora el pan lo compras en Levaduramadre o similares. Con el cambio se han perdido cosas, hay un fenómeno claro de gentrificación en todo el centro, por momentos parece que todo está pensado para los visitantes que buscan cosas cuquis, los alquileres se han disparado expulsando a mucha gente del barrio, pero tengo que reconocer que prefiero que haya un DIA a una sala de cine X bastante sórdida, como ocurría en la corredera de San Pablo. Aunque la compra la haga casi siempre en los Mostenses. Y me gusta ver que en locales que llevaban lustros cerrados abren salas de teatro o galerías ¿todo este fenómeno se puede dar en otros barrios? de otra manera ya se está dando en Carabanchel o en Usera. En Puente de Vallecas o en Tetuán creo que se podría dar con mucha fuerza. A veces el pequeño comercio no se adapta a lo que la gente busca y muere, pero si ofreces algo especial y hay masa crítica, funciona.
Si El pez gordo, el primer sitio de la calle Pez con un rollo moderno no hubiese funcionado, a lo mejor el cambio de la zona hubiese tardado mucho más.
Bueno, es que precisamente la experiencia es que se trata de Gran Vía, en lugar chulísimo, y aunque low cost sí se cuida la vivencia espacial del usuario.