Llevo oyendo lo de que el cine muere desde pequeño. Sobretodo en las galas de los Goya para pedir rebajas de IVA y subvenciones que no han bajado los precios de las entradas.
Sin embargo, producciones españolas triunfan por el mundo… Cuando están bajo el paraguas de la factura técnica de Netflix o alejadas de temas muy nuestros, muy del congreso de los diputados.
Triunfan incluso en España. Cuando se habla de las tres últimas películas de Santiago Segura, por ejemplo. Y el cine extranjero también, con la última de 007 o de Marvel. Eso sí, lo hacen en cines del extrarradio donde el precio por metro cuadrado te compensa para hacer una nave con 1000 asientos a cambio del 50% de la recaudación: unos 5.000€ cada 3h, muchísimo menos de lo que factura Primark, Zara o H&M. Menos de 3 menús por minuto en un McDonalds. Más o menos lo que un concesionario le saca a un coche.
Es rentable, a pesar de los costes de personal, el margen e incluso el IVA, cuya bajada es un alivio para el empresario (no para la producción)… Pero lo es mientras el coste de la superficie comercial sea adecuado y la obra para rehabilitar una sala cumpliendo las normativas actuales no sea descabellada, que a veces es más barato hacer las cosas de cero, especialmente en un centro comercial ya preparado.
La gente está dispuesta a pagar por una entrada de cine, a pesar de que el coste por hora de entretenimiento sea sólo superado por los grandes partidos de fútbol y los conciertos.
El problema es que la gente que pide imponer por decreto la creación de salas de cine y teatros en la Gran Vía es la misma que impondría por decreto que todos escuchemos Radio 3.
Y oye, el cine de autor y Radio 3 están bien. Pero el mainstream quiere camisetas de Primark, los 40 urban, una hamburguesa en Five Guys y la nueva peli de los vengadores. Con ese planteamiento, seguirán funcionando los cines de extrarradio… E incluso algún urbano tipo “Deluxe” “Luxe” o como llamen a las salas pequeñas con sofás grandes, servicio a butaca, cócteles, comida y todo tipo de accesorios que aumenten el gasto por espectador. El próximo: Caleido.