Museo Nacional del Prado | Madrid

¿Algún indicio de que en Abu Dabi estén interesados en abrir una sucursal de nuestro museo?

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Básicamente porque esas obras de arte son patrimonio de los barceloneses y no de los emiratíes

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Hace unos años el director del Prado decía que en los almacenes no había obras maestras ni nada realmente importante, que eso era un mito y que todo no se puede ni se debe exponer.

Siempre se ha hablado del Prado disperso, de esos innumerables cuadros que se exponen en iglesias, por ejemplo en la Almundena, despachos o salas de ministerios, de delegaciones provinciales, embajadas, museos provinciales. Sí eso que se pide ya se está haciendo, ya hay cientos de cuadros en museos provinciales. ¿Debería quitarsele a esos museos los cuadros para hacer una subsede?

Y luego está el problema de que hay museos que se niegan a devolver los préstamos y cesiones. Ya pasó cuando se amplió el Prado y algún museo se negó a devolver lo prestado.

Sin ir más lejos el museo ni siquiera se panteó pedir al ayuntamiento de Madrid la devolución de la escultura del Ángel caído de Bellver que está en el Retiro y la prensa ya ponía el grito en el cielo ante la sola posibilidad.

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Surge además otra cuestión, ¿y por qué la subsede habría de ser en Barcelona?

¿Por qué no en otra ciudad que tenga más significación histórica respecto a la colección del Prado?

O que fuera completamente itinerante entre varias ciudades de España y Europa.

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Porque por algún sitio hay que empezar y las visitas potenciales son un valor, y el volumen de visitantes de Barcelona no lo tiene otra ciudad española.

Pero si lo ponen en Sevilla, por mí ok.

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Por una cuestión política. A mí no me parece mal pero dudo que la Generalitat quiera

Miguel Falomir: “Redistribuiremos cientos de cuadros del Prado por los museos españoles”

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Qué bonita historia la de la japonesa que vino hasta Madrid para ver el cuadro de Murillo.

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Hombre, como mínimo resulta desconcertante y contradictorio: dice el sr. director, primero, que no hay nada especialmente relevante guardado en los almacenes; luego explica la historia de la mujer japonesa con la que nos enteramos que un murillo duerme el sueño de los justos allá. Y no uno cualquiera, eh: La Inmaculada de Aranjuez.

A mí lo que verdaderamente me molesta es que le tomen a uno por tonto, porque basta conocer un poco las colecciones del Museo y visitar sus salas para darse cuenta que muchas, muchísimas obras de autores fundamentales en la historia del arte no se exponen habitualmente. No pasa nada, yo lo comprendo y disculpo porque el Prado es un museo de espacio reducido. Como anécdota diré que mi cuadro favorito de Zurbarán (Cristo bendiciendo) lo he visto expuesto UNA sola vez en mi vida, y no soy de los que han ido poco precisamente. Lo dicho: no tomen a la gente por imbécil.

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Completamente de acuerdo. Mirad el Louvre con sedes aquí y allá o el British con más objetos prestados que expuestos.
Dejar los almacenes llenos de obras “secundarias” es una dinámica obsoleta en el siglo XXI.
Se podrían hacer pequeñas sedes fijas en Barcelona, Málaga, Valencia, Coruña… cuyo contenido fuera completamente itinerante. Y no sólo sería rentable sino un buen negocio para el museo.

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Italia descentraliza con cabeza sus colecciones de arte.

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El Prado tiene en depósito el doble de pinturas que las que tiene expuestas. A mí me parece muy bien repensar los depósitos actuales, como se hizo hace unos años con la serie de Vicente Carducho de El Paular, una serie importantísima de 52 cuadros que estaba dispersa por diversos museos españoles y que ahora está de vuelta en el monasterio. A cambio, el Prado cedió importantes pinturas a estos museos para completar y enriquecer sus discursos expositivos.

De las casi 3000 pinturas que el Prado tiene en depósito, varios centenares no son visibles para el público, bien porque están en almacenes en los respectivos museos provinciales, bien porque están en embajadas, conventos, rectorados o decorando despachos. Todo esto hay que repensarlo porque lo ideal es que la inmensa mayoría de este conjunto tan importante (en cantidad y en calidad) de pinturas se pudiese ver en los museos de bellas artes de todas las provincias de España.

Y seguro que hay obras que están actualmente en almacenes en el Prado y se podrían ceder también. La mayor cantidad de pinturas del Prado son del siglo XIX, 2700 de un total de 8000, y hay muchas que se podrían depositar en otras instituciones.

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Cultura adquiere para el Museo del Prado el dibujo de Goya ‘En voyage’ por 237.100 euros

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Toda adquisición es bienvenida pero siempre hecho de menos que en lugar de comprar más de lo que ya tenemos mucho se comprará de las escuelas y periodos en que no es así.

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A todos nos gustaría que el Prado comprase pintura del quattrocento, pintura holandesa o pintura impresionista francesa, pero si esas adquisiciones no se hicieron en su momento, hacerlas ahora con obras de calidad resulta ya imposible. Además, el Prado no acude a subastas en el extranjero, sus compras se basan casi al 100% en el mercado nacional, y tampoco abundan este tipo de pinturas en las colecciones privadas españolas.

Dicho esto, a mi la compra de este dibujo de Goya me parece todo un acierto.

Se pueden comprar obras representativas si hay voluntad.

Igual que se pueden comprar obras de Goya se puede hacer lo mismo con Frans Hals, Pieter de Hooch, Caspar David Friedrich o Fragonard.

De hecho, el Prado ha comprado alguna obra excelente de artistas de los que aún no tenía obra, como Georges de La Tour.

Las adquisiciones del Prado en subastas en el extranjero son excepcionales, casi todo se circunscribe al mercado nacional, donde no abundan holandeses o impresionistas. Y a mí me parece bien que desde el Ministerio las compras “gordas” se centren en las obras BIC que hay en nuestro país (por ejemplo el Caravaggio, si es que finalmente se le atribuye). También están las donaciones y legados, donde creo que se podría hacer mejor.

Aunque bueno, si queremos ver cuadros de Canaletto, de Hals, de Fragonard o de Monet tan solo hay que cruzar la calle. Se complementan perfectamente el Thyssen y el Prado.

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Dices que el Prado compra preferentemente en España y solo lo que se vende en España y es así. Yo digo que me gustaría que no fuera así.

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A mí me gustaría mucho que nuestro museo comprase piezas relevantes de Frans Hals, Pieter de Hooch, Caspar David Friedrich o Fragonard. pero con los precios que hay en el mercado internacional creo que es complicado. Quizás todavía no sea muy tarde en adquirir alguna buena pieza de Cabanel, Bouguereu, Overbeck, Franz Pforr, Giuseppe Pellizza da Volpedo o de Henri Gervex (por ejemplo) para poner en contexto la colección de arte español del XIX.

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Lo que se pueda.