Iniciativas como esa, llevar el Museo del Prado por las calles, me parecen dignas de aplauso. Pienso en aquella iniciativa similar del Prado de 1931 llevando reproducciones de sus obras maestras a los pueblos más remotos de aquella España profunda, y me emociona la valentía de aquellos pioneros.
En 2016 me tropecé en Perú, en medio de la Alameda de Lima (la de la canción de Maria dolores Pradera), con una exposición de obras maestras del Prado al aire libre.
Había incluso estudiantes de Historia del Arte haciendo visitas guiadas a los paseantes que se acercaban.
Recuerdo qué bonito era el ambiente que se creó aquella tarde, y las caras de asombro de niños adultos viendo el Jardín de las Delicias, Las Meninas o el descendimiento de Van der Weyden, entre otros.
Con que uno de aquellos niños crezca com curiosidad y apreciando la belleza del arte, la iniciativa valió la pena.
En todos los colegios ,opino, debería haber reproducciones a tamaño real de las obras maestras del arte, por los pasillos.
Si acostumbramos a la ciudadanía a vivir entre belleza, quien sabe, igual en un futuro los políticos y los promotores no se atreven a imponer basura urbanística en nuestras ciudades y mucho menos a destruir las cosas bellas del pasado.
Que bien suena lo que dices, pero desgraciadamente desde los poderes políticos no les insteresa ciudadanos cultos y libre pensadores, si no fuera así, no tendríamos leyes educativas basura.
Magnífica la nueva adquisición del Prado, un Alonso Cano único y de mucho nivel. Se une a la Magdalena en el desierto que se compró hace año y medio, aunque sigue sin aparecer en la página del museo y no sé si la han colgado en sala.
Precisamente cuando hace un mes dije lo de que estaba otra vez andamiada la fachada porque estaban haciendo algo con las vidrieras del piso superior, cuando pasé por allí y me quedé viendo con detenimiento el edificio por primera vez en mi vida, pensé lo raro que quedaban esos acristalamientos y me entró la duda de si en origen serían galerías abiertas. Ahora me lo has confirmado.
El cuadro de Picasso yo lo pondría junto con el de Blanchard y con “Isabel de Valois” de Anguissola, formando un tríptico. Y da para hablar de la mujer en la pintura (representación y autoría), el significado del adorno y su importancia frente al rostro y las manos, la geometrización de la figura humana, machismo… en definitiva, que puede dar mucho juego.
Menudo bombazo, ¿no? A mí me parece genial, que conste, aunque esto puede abrir un melón importante ya que creo recordar que existe un Real Decreto que fija en el nacimiento de Picasso la frontera entre los dos principales museos nacionales.
Y ojo que el Patronato ha aceptado la donación definitiva del retrato de Felipe III de Velázquez que había estado en depósito 5 años. Me imagino que la jugada será la misma con el Picasso, primero depósito y después donación.
A mí me parece bien, entiendo las reservas en cuanto a los límites con el Reina. Pero me parece un guiño con el deseo de Picasso de que su obra se expusiera en el Prado. No creo que el Prado deba comprar arte del siglo XX salvo excepciones como la del malagueño. Podría hacerse una sala especial en la cual se exponga el arte español de principios del XX antes y después de la figura de Picasso (aunque la obra en cuestión es del 43 creo…)
La exposición es la primera de amplio alcance que se dedicará a este artista en Madrid.
Reúne la mayor parte de sus pinturas y una selección escogida de sus dibujos, que revelan la excelente calidad técnica y originalidad compositiva de este artista, creador de obras de gran belleza a la vez clásica y refinada y agudo observador de la sociedad de su tiempo.
Qué buena noticia la exposición de Paret en el Prado
Vi hace unos días la exposición de Paret que hay entre el Museo de Bellas Artes de Bilbao y el Museo de Arte Sacro de Bilbao. No hay demasiadas obras pero las que hay son mayores, algunas de colecciones particulares.
La del Prado parece que va a superar con creces la exposición de Bilbao.
Quién sabe cual habría sido la fortuna y la fama de Paret si Carlos III no le hubiera condenado al exilio, primero a Puerto Rico y luego a Bilbao. Méritos artísticos no le faltaban para haber sido el pintor estrella en la corte.
Y quizás sin ese exilio de Paret, Goya no habría tenido las oportunidades que se le presentaron en Madrid y no habría llegado a donde llegó.
Había olvidado los añadidos, por lo que para mí esto ha sido una epifanía, porque pensaba que ese cuadro tenía una composición pobre indigna de Velázquez, y ¡resulta que no era de Velázquez!
