Mucho ojo con lo que puede acabar viniendo a Málaga de la mano del nuevo Instituto de innovación Ricardo Valle.
Málaga tiende puentes tecnológicos con Silicon Valley
TRANSFORMACIÓN DIGITAL
Innova IRV establece las primeras alianzas para atraer talento e inversiones desde el emblemático polo norteamericano
«Si quieres construir algo grande, no puedes hacerlo solo, tienes que abrirte». El acento porteño de Mario Nemirovsky suena tranquilo al otro lado del teléfono en medio del tumulto del Aeropuerto de Málaga, transformado durante las últimas semanas en su segunda (o tercera) casa desde que se trasladó a la ciudad para convertirse en el director de tecnología (CFO, en sus siglas en inglés) de Innova IRV, la ambiciosa apuesta capitaneada por las grandes empresas ‘tech’ instaladas en Málaga y las principales instituciones públicas de la región.
Va y viene Nemirovsky casi sin descanso. Parte rumbo a Bélgica y hace sólo unos días que aterrizó desde Estados Unidos, donde acaba de cerrar una primera ronda de alianzas para atraer talento e inversiones desde Silicon Valley. «Hemos invitado a directivos y también a empresas del sector para que conozcan con mayor detalle lo que está sucediendo en Málaga», avanza este especialista en microelectrónica que ha desarrollado buena parte de su carrera justo en el epicentro occidental de la industria tecnológica.
«Casi toda mi vida profesional la he hecho en Silicon Valley», recuerda Nemirovsky, creador en el valle de San Francisco de varias empresas emergentes de base tecnológica (‘startups’), profesor de la Universidad de California y ahora capitán del barco del Instituto de Innovación Ricardo Valle (Innova IRV) junto a la directora general Francisca Rubio.
«Durante los últimos 30 años he sido bastante partícipe de lo que ha sucedido en Silicon Valley y esa experiencia me ha permitido demostrar que casi toda la gente que trabaja allí son extranjeros. Cuando quieres construir algo grande, no puedes hacerlo sólo con gente local, por eso estamos invitando a personas y empresas relevantes de aquel entorno para que vean de cerca lo que se está haciendo en Málaga», defiende Nemirovsky.
El CFO de Innova IRV adelanta que a Málaga recalarán en los próximos meses representantes de «grandes compañías, algunas de ellas cotizadas en Bolsa, y también de varias ‘startups’» dedicadas a sectores como la microelectrónica, la Inteligencia Artificial y el ‘machine learning’, si bien por el momento no puede desvelar nombres concretos.
«Se sabrá pronto, lo siento…», se excusa este ingeniero nacido en Buenos Aires (Argentina) a mediados del siglo pasado que pide con algo de rubor no concretar su año de nacimiento. «Cuando me licencié en Argentina quise hacer un doctorado, pero allá ni siquiera existía, así que me trasladé a Estados Unidos. Me fui con la idea de regresar, pero digamos que Argentina me empujó a que no volviera», bromea Nemirovsky sobre la delicada situación económica del país en aquellos años.
El ahora CFO de Innova IRV estaba en el lugar adecuado en el momento justo y vivió muy de cerca la eclosión de la costa oeste norteamericana como polo tecnológico global. Nemirovsky trabajó para multinacionales como Delco (General Motors) y Apple, incluso esta última acabó adquiriendo hace un año una de las ‘startups’ que ha creado. Allá por 2008 surgió la oportunidad de trasladarse a Barcelona y desde entonces había vivido con un pie en la ciudad catalana y otro, en San Francisco. Hasta que conoció a Ezequiel Navarro, CEO de la empresa malagueña Premo y figura clave en su fichaje por Innova IRV.
Pensar a lo grande
«Me comentó lo que se estaba fraguando en Málaga y me pareció algo súper atractivo. Me presenté al puesto, según tengo entendido optaron más de 50 candidaturas… Y aquí estamos», ofrece Nemirovsky, todavía adaptándose a su nuevo destino. «Llevamos aquí menos de dos meses y ya tenemos más amigos que en los diez años que estuvimos en Barcelona»,ríe de nuevo el CFO de Innova IRV, que usa esa capacidad casi sociológica para las alianzas como una fortaleza intrínseca y transversal del ecosistema tecnológico malagueño.
«Cuando haces algo así de grande, necesitas a gente de todo el mundo –reivindica– y eso implica ser abierto, pero también consistente. Fue una de las cosas que más me entusiasmó de este proyecto, todas las empresas con las que estoy hablando están abiertas a colaborar y, al mismo tiempo, existe una base de una fortaleza extraordinaria, no sólo por parte de las compañías, sino también por el respaldo de instituciones como el Ayuntamiento, la Junta de Andalucía o la propia Universidad de Málaga».
Fundador y CEO de compañías como Clevernet, Vilynx, Consentry Networks, FlowStorm y XStream Logic (entre otras muchas) y docente en el Barcelona Supercomputing Center entre 2007 y 2019, Nemirovsky enfila ahora su labor al frente de Innova IRV con entusiasmo: «Es una época extraordinaria para hacer algo realmente grande en Málaga». Puede que esté de nuevo, como al llegar a Silicon Valley, en el momento justo en el lugar adecuado.