Ojito que las croquetas caseras de las casas de toda la vida, muchas veces son congeladas porque se frien mejor. Si las tienes en frigo o vitrina se rompen mas, se deshacen, un engorro.
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Claro, pero no son industriales. El problema es que entre la quinta gama y los congelados el bar medio en Madrid se está convirtiendo en un lugar en el que se sirve pienso.
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Sí, en Madrid se puede comer bien. Incluso muy bien. Pero la media es baja y cada vez peor.
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En Madrid se come para todos los paladares, el problema es la inflación. Hay barrios donde directamente es mejor no meterse si se tiene un presupuesto ajustado.
Antes no era así, en todos los barrios había lugares asequibles.
Gentrificación lo llaman.
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Yo no hablaría nunca de tercermundiarización, sí tal vez de precarización y corporativización. Donde ayer abundaban locales familiares y de barrio, ahora hay muchas “mini cadenas”, especialmente en los barrios más de moda, con un personal precarizado, mayoritariamente inmigrante y que va rotando. Los fundadores muchas veces no son ni cocinitas ni hosteleros profesionales. Tipo, “La Macarrilla”, decoración interior muy chula, puedes comer tartar de salmón o croquetas de boletus mediocres, con la tarta de queso de postre, a bastante más de 20 euros por cabeza.
Eso sí, esto es el 10-20% de la oferta como mucho.
Aunque también habría que decir que en las zonas con mucha intensidad turística la calidad hostelera y gastronómica se desploma (por ejemplo, Plaza Mayor).
Luego está todo lo demás, la enorme mayoría, que no deja de evolucionar hacia una oferta increíblemente dinámica, especializada y heterogénea.
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Pues un nuevo sitio donde comer cocido. Me animaré un día y a ver que tal la experiencia. Tiene un color muy umami ese caldo. Si lesta igual de bueno que las cosas en la Tasquina de enfrente, creo que merecerá la pena.
No creo que el umami se pueda identificar visualmente…
Lo digo como concepto!! (Aparte que soy sinestesico).Pero vamos que seguro que lo es, teniendo en cuenta lo que prepara en el otro restaurante. Segurisimo.
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Parece que la ciudad de Madrid tiene más restaurantes con estrella Michelin que la ciudad de Barcelona. Eso si, esta gana en tres estrellas con cuatro restaurantes frente a uno de Madrid.
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Hay un par de restaurantes en Madrid que merecerían la tercera estrella en mi opinión, pero con la guía las cosas son así.
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Estoy de acuerdo contigo, aunque si bien es cierto, se valora muchísimo el trato recibido durante la experiencia. Hay que tener en cuenta que comer en un restaurante Michelín, es un concepto muy preciso.
En algunos casos de grandes restaurantes en Madrid, esto se descuida un poco o falta poner un golpe sobre la mesa en este aspecto. Yo en este sentido por ejemplo, valoro muchísimo el local que tienen los hermanos Torres en Barcelona. Aparte de la oferta gastronómica y que el local es como un taller de coches reconvertido de forma muy impactante (te hace sentir que eres parte de lo que allí esta sucediendo en todo momento). La atención es… simplemente increíble. Exquisita. de los mejores sitios donde he ido. Súper cercana. Se acercan cada poco tiempo para explicar algún plato, para ver que tal la experiencia, haciéndote sentir como que te conocen de toda la vida.
En cambio, aquí en Madrid he asistido a sitios que igual a nivel culinario están al mismo nivel, pero que se comportan como robots, dan las explicaciones como quien se aprende la lección en el colegio. Les falta esa soltura, esa cercanía y por lo que sé, estas cosas son muy tenidas en cuenta.
En realidad, cuando vas a un restaurante de este tipo vas a vivir la experiencia completa y degustar cada plato, viendo como están elaborados, por lo que se agradece que alguien venga y te explique como los han confeccionado, de donde procede la materia prima, y establezca un “vinculo” con cada cliente desde que entran, hasta que se van, desde el sommelier hasta el camarero, con visita obligada del Chef en varias ocasiones. Es una experiencia inmersiva 100%.
En cualquier caso, parece que esto poco a poco se va teniendo mas en cuenta en los establecimientos de Madrid.
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Personalmente huyo de los restaurantes Michelin y de los menús largos de 3 horas. Y en ocasiones la estrella es el inicio del ocaso. Como en todo hay excepciones claro.
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Pues yo fui una vez al Disfrutar en Barcelona y casi me muero, vaya escánndalo de comida 
Entramos alrededor de la 1 y salimos a las 7. Brutal.
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Hace ya una década que en las calles de Madrid se viene macerando una escena coctelera que trasciende a los mojitos y falsos daiquiris. Una apuesta mixológica cada vez más refinada que, ahora también, incluye opciones culinarias para acompañar a esas noches que se alargan y piden continuar la fiesta con el estómago lleno. De platillos sencillos a auténticos festines, cada vez son más los locales que han encontrado en el maridaje coctelero el camino a seguir. Y para camino –o ruta– el que hemos trazado en torno a las últimas aperturas y grandes clásicos de la capital. Porque la noche es de los que se quedan.
Fuente: ¡Chin chin, ñam ñam!: en estas coctelerías beber y cenar van de la mano | Vogue España
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Ya tengo plan para cuando baje a Madrid 