Qué tristeza me da que en los barrios obreros no tengamos derecho a la estética. No me imagino una rehabilitación como esta en algún edificio centenario de ladrillo en el centro, quedando convertido en una galleta Oreo.
No es un edificio particularmente humilde, me sorprende que los propietarios consientan una reforma tan agresiva de la fachada, a pesar de su lamentable estado actual
Con lo bonito que es ese ladrillo lo van a convertir en otro edificio cebra además que los cerramientos del render me parecen más feos que los que hay
El nuevo es estilo la que se avecina. Y ves, a mi también me gustaba más el anterior, Aquí no hay quien viva. Bueno, dejémoslo en parte pues aquí, a diferencia de la serie, sí hay mejora.
Los cerramientos no se cambian.
No me convence
Para mi el problema es que pierde personalidad.
A mi me da tristeza que muchos barrios obreros tengan mala estética ya desde que nacieron.
A mi también. Pero empeorarla no lo soluciona.
Lo mejor que les puede ocurrir a los barrios obreros es que se mejore la eficiencia energética de sus viviendas, el aislamiento de fachadas, el confort térmico y la factura energética. Eso es lo que pretenden estas rehabilitaciones.
Estoy seguro que la estética no está en la lista de preocupaciones o prioridades.
El problema no es el derecho, sino la falta de buen gusto de las comunidades de vecinos que encargan las obras, con paletas cromáticas más tristes que desayunar en un Starbucks.
No, si eso está muy bien. No lo discuto. Pero yo vivo en uno de esos barrios y a mi sí que me importa la estética de mi barrio y de mi edificio. Ya sé que es algo que siempre se relega en pos de todo lo demás. Excepto cuando hacemos turismo, o salimos de casa a pasar el día fuera. Entonces sí que nos importa la estética. Y por eso lo critico. Porque no hay necesidad de relegarla.
El desprecio total por la estética, en Madrid al menos, es algo que emana del pueblo. Eso está claro.
Estas afirmaciones me parece que rozan el autoritarismo, un poco más y nos dices que tu concepción de la estética es la válida y que el “pueblo” debe seguirte.
Yo veo muchas cosas que no me gustan y no interpreto que sean gestos de desprecio o afrenta. Y lo de que se niega un derecho ya no se ni como clasificarlo…¿ahora resulta que si una estética no es de mi agrado va contra el derecho?¿Si una estética no me gusta entonces no hay derecho?
Tienes razón. En pos de no ser considerado autoritario, espero que, de ahora en adelante, todas las reformas en edificios del centro sigan también este patrón. Paneles SATE blancos y negros, chapas para tapar los aires acondicionados y nulo respeto por la volumetría original del edificio con cerramientos donde guste el interesado.
¡Vivan las Oreos y las Comtessas!
En esencia pienso lo mismo que tú. Así que supongo que también soy un autoritario. En fin..
A mí me parece un edificio horrendo, que se va a convertir en uno anodino, pero no horrendo como es ahora mismo.
El autoritarismo no viene de tener una opinión propia, obviamente.
Viene de afirmar que otras estéticas que no son del gusto personal de cada uno constituyen un desprecio o son el resultado de la negación de un derecho, que es lo que ha escrito. Llámalo autoritarismo o intolerancia, que suelen ir juntos.