Poblado dirigido de Almendrales;
Javier Carvajal Ferrer, Mariano García de Paredes, José Antonio Corrales y Manuel Vázquez Molezún (1966-1973).
Mientras que Entrevías se abogaba por la rigidez racionalista, este se concebirá por una agrupación más empírica y orgánica, donde será Corrales y Molezún los auténticos ideólogos de la propuesta.
La topografía, el soleamiento, una parcela alargada, el paso de la carretera de Andalucía y una línea de alta tensión que la atraviesa, condicionará los rasgos de la agrupación.
En todos los casos se buscó la orientación mediodía, pero no en torres exentas, sino en bloques que adoptan distintas formas en función del modo de unión, y que fué lo que le diò un carácter especial a la intervención.
Estos no sólo varían en su disposición en planta, sino que las viviendas de los testeros no se hacen en las cinco alturas habituales, creando una imagen distinta en cada rincón del poblado. Se hizo un bloque tipo, unidad parroquial, locales comerciales, oficinas, centro recreativo y cultural, centro de enseñanza, guardería, instalaciones deportivas, zonas de aparcamiento y talleres artesanos.
La búsqueda de la orientación adecuada fué un ejercicio riguroso sobre el bloque tipo, que varía y se articula de manera diferente para aprovechar el máximo el sol. La estructura de estas unidades de cuatro pisos alrededor de una escalera central, permite que cada volumen sea diferente, y que se adapte perfectamente al terreno,adoptando criterios más orgánicos y particulares en cada caso. La fachada contraria a mediodía, renunció al soleamiento, colocando la entrada de los portales y las ventanas dispuestas en esa superposición y articulación de volúmenes.
Sorprende el encontrarse este grupo dentro de Madrid, pues sus detalles compositivos se acercan más a los realizados en el norte de Europa.
Almendrales es uno de los poblados mejor conservados, y que aún se pueden ver las contraventanas que protegen del buscado sol de mediodía.