Por lo que se puede ver en esta fotografía, el Palacio de Santa Cruz en el siglo XIX también tenía un revoco claro y el tejado era de teja, sin chapiteles.
Por cierto, menuda pérdida la del Convento de Santo Tomás, era impresionante. Esa portada de Churriguera, esa cúpula, ese claustro barroco maravilloso…