Muchos me parecen diez años para empezar a construir en Chamartín.
En mi opinión, y si hay demanda y se responde a ella, creo que en cuatro o cinco años deberíamos ver las primeras grúas.
Si no me despisto, se ha superado ya la fase “judicial”, resolviéndose, a favor de MNN, los recursos presentados.
Supongo que, a estas alturas, ya se está trabajando en la reparcelación de, al menos, el subámbito de la propia estación -que es el de predominancia terciaria- así como en los proyectos de urbanización e infraestructuras. Con todo aprobado en año y pico, podría empezarse a trabajar poco después, de forma que en otros dos años tengamos ya las infraestructuras y servicios funcionando, también la losa sobre la estación, listos para poner en marcha la urbanización, que en un año debería dejarse ver. Y a partir de ahí, con los proyectos ya aprobados, podríamos ver las primeras grúas y, en dos años más, los primeros edificios del complejo terminados. Aún con algún retraso, para 2030 podríamos tener trabajadores allí.
Y supongo que habrá presión por parte de un mercado donde escasea la oferta y donde todo apunta a que el teletrabajo va a tener menos impacto del inicialmente previsto y que las tecnológicas demandan más suelo que se había previsto. Ya vimos alguna vez que el millón y pico de m2 de terciario de MNN suponía una parte muy reducida de la oferta (creo que en torno al 5-7% de la actual, hablo de memoria). De manera que, supongo, tendrá que acelerarse.
Con todo, creo que no debemos despreciar el suelo que se ofrece en puntos como Arganzuela: quizá no tengan la vistosidad de MNN, pero suman ya existencias de terciario construido de 500.000 m2 y otros 200.000 adicionales en marcha, más céntricos y tan bien comunicados que el millón y algo de m2 que se ofrecerá en el subámbito de Chamartín.
En cualquier caso, creo que es obvio que, desde la disolución de la Coplaco, Madrid carece de cualquier cosa parecida a un plan metropolitano que aporte coherencia a lo que parece una gran ciudad regida por un PGO de hace casi 30 años, rodeada de municipios medianos y pequeños que parecen ir a su bola. Poner en marcha unas Directrices de Estrategias Regionales (no pido ya un Plan Regional, una decena de estrategias, me basta; desde parques regionales a nuevas centralidades, pasando por equipamientos singulares) que establezcan, entre otras cosas, nodos estratégicos metropolitanos -eso que se llaman nuevas centralidades- bien dotados de servicios y comunicados con sus entornos residenciales, con los grandes equipamientos de la ciudad, creo que es lo mínimo. Y siempre al servicio de una estrategia regional potente, y con los PGO subordinados a ella. Y dirigidas y gestionadas por oficinas técnicas que vayan más allá de los vaivenes políticos, aunque sujetas al poder político, que no vaya a surgir un Moses capitalino.