Aquí el tema es que un futuro PGOUM sepa afrontar la densidad de una manera justa y redistributiva. Y con esto me explico: decidir, por ejemplo, unas zonas a las que a la ciudad le interese densificar, es decir dar más edificabilidad para construir vivienda, por ejemplo, implica de facto lucrar a unos propietarios por una mera decisión en un despacho. Un lugar donde estuviera agotada la edificabilidad de repente se incrementa un 50% (hipotéticamente) es dar una oportunidad de negocio muy grande a unas personas concretas. ¿Por qué ellas y no otras? ¿porque han tenido la suerte de caer en una de esas zonas que se quieren densificar? Por este motivo es por el que siempre miro con escepticismo cuando hoy en día de repente se incrementa mucho la edificabilidad de una zona concreta a propuesta del propietario (ejemplo Méndez Álvaro).
Para mí un plan de densificación debe medir y estudiar cómo esos beneficios deben repercutirse en mayor medida de lo que sucede actualmente hacia el resto de la ciudad. La Ley de vivienda ya avanza algunas medidas en este sentido como el incremento mínimo de vivienda protegida o las cesiones en una operación de reforma interior. Pero en una ciudad como Madrid donde la presión inmobiliaria es tan salvaje, creo que el éxito de un planeamiento en este sentido vendrá de si es capaz de generar mecanismos de compensación. Por supuesto, los propietarios y promotores tienen todo el derecho a hacer su negocio y, de hecho, deben ser operaciones rentables. Pero creo que el margen debe ser mucho menor en favor de el conjunto de los ciudadanos.
Por eso decía que esto es un asunto mucho más complejo de lo que parece. Una idea loca: se dota de más edificabilidad en algunas zonas pero dicho incremento sobre lo previo es solo para vivienda pública gestionada por el Ayuntamiento, o alguna fórmula de este tipo.