Con esto del boom inmobiliario madrileño no puedo evitar pensar en la incapacidad que ha demostrado, otra vez más, nuestro sistema político.
Tal vez sorprenda en especial una posición de los partidos de la autodenominada izquierda, muy reacios últimamente a cualquier tipo de obra. Algunas estampas fueron sonrojantes, como con Colau el desplome total de obra nueva en Barcelona o los intentos de rebajar cantidad de vivienda a construir en los PAU del Sureste o MNN sin un motivo real más allá del de luchar “contra la especulación”.
Pero el problema desborda estos planteamientos extraños. En Madrid hay gobiernos mayoritarios azules, con una gran estabilidad política / consenso conservadora-liberal. Encima, abierta a la inversión, abierta a la obra. Pues nada. La incapacidad sigue siendo absoluta.
Ya en este foro en la época de Carmena algunos denunciábamos la paralización urbanística general de la ciudad y su área metropolitana para el crecimiento acelerado de habitantes que volvía a tener Madrid. Pues está siendo casi 10 años después cuando algunos municipios (ni muchos ni la mayoría) están empezando a activar algunos desarrollos. Pero el desequilibrio ya es total y Madrid hace frente a una crisis residencial muy grave.
No puedo evitar pensar en la cantidad de oportunidades que perdemos por no ser capaces de seguir el tren. Miles de millones de euros que no se van a mover, impacto mucho menor en actividades constructivas que tienen implicaciones industriales interesantes, miles y miles de empleos, su impacto financiero a través de constructoras, hipotecas etc, los cientos de millones que las distintas administraciones no ingresarán… ¿No les montan un pollo nuestros bancos, nuestras constructoras, nuestros promotores… a los políticos?¿O es que el plan consensuado es otro?
Si nuestro país opera de forma similar con todos los sectores económicos es normal que nos estemos quedando atrás.
Me gustaría saber donde estaría Austin si ante la llegada de tantas empresas californianas hubiera tenido un desempeño parecido. Cinco o diez años para conseguir luz verde para las torres (tras un largo paso por la justicia), una parálisis urbanística generalizada que frena el desarrollo residencial…
O donde estaría Londres si con el auge financiero posterior a Thatcher hubiera tenido que quedarse a esperar con los brazos cruzados un par de décadas a que Canary Wharf se aprobara y que ante la gran demanda residencial no hubiera aumentado significativamente la construcción de viviendas.
A mi parecer, muy buen desempeño está teniendo Madrid pese a todo esto.
Cada vez tengo mas claro que la incapacidad alemana para hacer frente al gran auge que tuvo Berlín hace unos años fue el talón de Aquiles de la proyección global de esa ciudad. En pocos años se convirtió en un gran centro turístico, cultural y tecnológico, llegando rápidamente mucha gente, pero la lentitud del urbanismo burocratizado alemán no fue capaz de darle respuesta. Súmale algunas posturas bastante pánfilas de la influyente izquierda alternativa de la ciudad (al final terminaron cediendo y apostando por nuevas posiciones). Vamos, que puede llegar a convertirse en algo serio.
Madrid está convirtiéndose en una urbe global, pero si no sabe dar respuestas a las demandas que genera esta transformación se van a generar tensiones tan grandes (que van a sufrir especialmente sus habitantes) que los madrileños tal vez pasarán a desconfiar y a rechazar directamente el turismo, la llegada de gente adinerada, la llegada de empresas grandes… No es la primera vez que pasa.