A ver, ahora en serio.
El cliente español no tiene muy buena fama. En el mundillo no es ningún secreto.
De lo mejor que te puede pasar es que el cliente sea extranjero, guiri (europeo-estadounidense) o, más recientemente, millonario latino.
El español, en general, tiene fama de tirar mucho para abajo con el presupuesto, y es algo más desconfiado de la labor que hace el equipo, en mi experiencia.
Las veces en las que he tenido la suerte de que en obra (residencial) tenían también, por decir, un pro de la electrotecnia (“un diseñador de luz”), un ingeniero de instalaciones (para una unifamiliar) o un paisajista profesional haciendo todo el jardín, el cliente era extranjero.
El español, en mi experiencia profesional, va a pensar que eso es un malgasto de dinero.
En Madrid en particular, diría, que la cúpula empresarial o económica no suele siempre estar alienada o conectada con la del arte o el diseño. Creo que es paradigmático la exportación de talento en Madrid mientras hay mucha arquitectura “prime” muy banal, casi que por norma (menos, oh vaya, donde el cliente puede ser extranjero -latino-).
De hecho en algunas de las promociones que has compartido, todos los clientes han terminado siendo extranjeros (por lo que ya se nota esa subida de calidad en los proyectos residenciales, son clientes que yo creo están acostumbrados a otros estándares porque son mega-ricos). Y una es de un arquitecto latino especializado, en su país, en hacer viviendas para millonarios.
De hecho todo este boom del lujo en Madrid no es por consumo interno, todos lo sabemos.
Por supuesto, hay de todo y en Madrid hay un recopilatorio de vivienda moderna espectacular.