En Glorias, que hace poco era todo menos céntrico me sorprendió el ajetreo que había, y eso sin estar terminado. Y un poco de todo. Cultura (DHub, el Teatre Nacional), trabajo (22@ a tiro de piedra) y ocio/comida en el Mercado del Encants y la gran zona verde (sin terminar).
Está claro que va se está consolidando una nueva centralidad.
Madrid que tiene instituciones culturales mucho más potentes, lo mucho que gustan mercadillos y tenderetes gastronómicos…
Habría que hacerlo de forma más ordenada y detectando potenciales.
Sin la batuta del planeamiento pueden aparecer cosas pero quedan más bien como excepciones o casos aislados (como los bajos de Caleido o Matadero).
Es una pena que no se haga.