De acuerdo en que está bastante subestimada (cada vez menos, creo), en eso de acuerdo. Pero yo sé yo si campañas como esta nos quitarán la (injusta) fama de “fodechinchos”. Esperemos que ayude.
Tip y Coll quedan para el hilo de cómo llenar una jarra con agua de Madrid. A Perales ya encontraré ocasión de sacarlo, descuida
Jajaja, nos leen. O, mas probablemente, leen Twitter. Anda que no hay docenas de artículos de la CE mucho más bonitos y trascendentes para compartir, en un día como hoy. En cualquier caso, Feliz Santa Consti!
Es posible que tengáis razón, pero como comenté antes, es una cuestión personal mía, el “como aquí no se vive en ningún sitio” me enerva bastante. Por mucho que me guste vivir en España/Madrid/mi barrio.
Pero ya se ha comentado que la forma de expresarlo es muy importante y marca la diferencia. A mi la del metro por ejemplo me parece una genialidad y la de España juega con la semántica para hacer ese juego con nuestra alimentación.
El mejor estilo de vida del mundo como ya se ha dicho tiene un componente diferenciador que implica cosas que no deberían tener cabida en una campaña turística.
Me parece muchísimo mejor decir “Madrid, donde siempre querrás estar” por ejemplo que lo del estilo de vida. Pero creo que también tiene que ver con el hecho de que a nivel publicitario lo de “estilo de vida” es un concepto demasiado largo y que tiene poco gancho en una frase, mi crítica también va por ahí. Creo que directamente como eslogan no funciona y no es bueno.
Vamos que se puede expresar el mismo concepto de formas mucho mejores. Hace años el ayuntamiento tenía también otra campaña que hablaba sobre nuestro estilo de vida pero de forma más sútil y original que en esta campaña. “Qui la fiesta finisce sempre presto…la mattina”. Y es cierto que el público objetivo de la campaña con ese mensaje era otro, pero…hablo de como se comunican las cosas para ser efectivo sin ser burdo.
Creo sinceramente que el público objetivo de una campaña publicitaria como esta no entra a diseccionar un eslogan publicitario con ese nivel de detalle. Veo poca diferencia entre decir que “somos el país (más rico del mundo) donde mejor se come del mundo” y decir que tenemos “el mejor estilo de vida del mundo”. La única diferencia entre uno y otro mensaje es que el primero lo lanza el Ministerio de Agricultura y el otro la Comunidad de Madrid. A mí me valen los dos.
En más de una ocasión se ha debatido sobre cuál tendría que ser el icono de Madrid, aquello por lo que la ciudad fuera conocida mundialmente, y al no tener un elemento distintivo con suficiente gancho como puede ser la torre Eiffel para París o la estatua de la libertad para Nueva York, muchos decían que el gancho de Madrid tenía que ser su ambiente, la vida en las calles, su movida, es decir: su estilo de vida. Pues ahí está el mensaje.
Bueno la diferencia es la gracia que tiene un eslogan y lo burdo que a mi me resulta otro. Al margen de que como se ha dicho decir que somos los mejores en algo no me encanta, al menos que se haga con cierta gracia publicitaria.
Yo la critica que le hago al madrileño es que no tiene gancho. Quizá la gente no analice esto pero en un foro podemos hacerlo.
Tras unos cuantos años viviendo fuera, confieso que lo del “mejor estilo de vida” tiene gancho. en el caso de Madrid, y de España en general. Cuando pregunto a amigos extranjeros cuál ha sido su impresión de Madrid tras visitarla, la mayoría suelen coincidir en varias cosas. Por un lado, que es una ciudad bonita, pero bastante menos impresionante que otras como Roma, Paris, Sevilla o Barcelona. En cambio, lo que sorprende a todos es el dinamismo y energía que transmite, algo que no se siente en ninguna otra ciudad europea. La cantidad de gente, comercio y, restaurantes en todas las calles, y una atmósfera optimista con tintes que les recuerdan a América, con algo de NYC, con la solera de Europa pero sin aspecto decadente. Muchos concluyen: “yo viviría en Madrid”. Ese comentario yo antes lo consideraba simplista, pero hoy en día me parece que es lo mejor que un turista puede decir porque significa que siente haber visitado una ciudad viva y no un mero decorado.
El otro día lo hablaba con un amigo, y llegamos a una conclusión que no me esperaba, y era que esa no deja de ser una interpretación positiva de consecuencias de problemas que podrían no serlo tanto.
Madrid es una ciudad con una vida como pocas, y el itinerario visitable es muy cómodo, lo haces a pie fácilmente, cosa que no ocurre en otras grandes metrópolis.
Pero vimos varios problemas:
El centro no deja de ser una burbuja, incluso, los barrios del nuevo Madrid podrían interpretarse como una negación de la manera de vivir y hacer ciudad de esa parte de Madrid aparentemente tan atractiva
En Madrid se superponen itinerarios muy frecuentados en un único lugar
el turístico
el gastronómico
el comercial
el cultural
el de ocio musical y teatral
el de fiesta
Y de alguna manera, genera la sensación de una enorme vida general de la ciudad, cuando se trata de la concentración de gran parte de la vida de la metrópolis de 7 millones de habitantes en un lugar relativamente pequeño
El uso del espacio. Comparados con otras ciudades, Madrid tiene una profusión y una permisividad de terrazas increíble (por cierto; a mi me gustan, y no comparto generalmente esa denuncia de privatización del espacio público). Las terrazas dan un gran ambiente.
A lo de las terrazas, tendríamos que sumarle la gran superficie dedicada a coches que quedan en muchas zonas de la ciudad. En Madrid no hay casi grandes explanadas peatonales, que pueden llegar a ser desangeladas como las de Berlín.
En Madrid, entre coches y terrazas, muchas veces terminas apretado en recorridos peatonales super frecuentados, que da la sensación de muchísima vida, pero… tiene sus complicaciones.
Berlín no tiene poca vida, pero entre que están mucho más reguladas las terrazas, no hay mucho tráfico, hay espacios peatonales enormes y la ciudad tiene varios centros, la sensación de “vida” es menor (el tiempo tampoco ayuda).
Yo espero que esa vivacidad del centro de Madrid se extienda por el resto de la ciudad (ya lo está haciendo, pero podría hacerlo más), con grandes espacios peatonales, calles comerciales en buen estado, terrazas, oferta cultural… más allá del centro.
La última campaña de la Comunidad de Madrid pidiéndonos a los ciudadanos que dejemos propina porque literal “son las que hacen posibles los sueños de quienes nos atienden cada día” me parece lamentable.
Vamos que la culpa de que falten trabajadores en el sector o de las condiciones laborales y económicas de esta gente es nuestra. Jamás lo será de quien abusa de sus empleados. Creo que un camarero lo que quiere es un buen sueldo y no propinas.
“El extra que les permite llegar a esas ilusiones tan necesarias” porque lo de tener un sueldo digno ya si eso en otro momento.
No tenemos suficientes problemas institucionales, políticos y económicos que tenemos que inventarnos otros…
Y ya me gustaría que el trabajador medio español viviera como el trabajador medio estadounidense.