Como en tantos ámbitos de la vida, la competición puede ser algo muy positivo ya que empuja al esfuerzo y la superación constante.´
En ese sentido, a Madrid le ha venido muy bien tener a una ciudad como Barcelona con la que medirse.
Barcelona ha sido durante siglo y medio (pongamos que desde 1860 hasta 2010) una adversaria tremenda para Madrid. Y se podría decir perfectamente que durante buena parte de ese periodo ha estado por encima de la capital en muchísimos aspectos.
A España como país tampoco le ha venido nada mal esa bicefalia metropolitana para tener 2 locomotoras de modernidad. Hasta que tristemente Barcelona decidió abandonar su papel de co-liderazgo nacional para adentrarnos en esta extraña situación actual por la cual se quiere constreñir a ser sólo una especie de capital macrocefálica anti-desarrollista en el marco de una nación catalana a medio parir.
Sea como fuere, Madrid ya poquito a poco empieza a estar en una liga superior a Barcelona. Y como tal, tiene que empezar a picarse por competir con peces aún más gordos dentro de la liga mundial de ciudades, porque sino llega el acomodamiento.
A mí me gusta cuando Boiler nos “pica” con los super planes de transporte metropolitano de París, o los cuidados desarrollos berlineses…eso es a lo que se debe aspirar.
Yo creo que ya está en esa fase. Con proyectos del estilo del circuito de F1 o los eventos que se van creando, nuevos desarrollos, torres, el crecimiento de barajas como hub de IAG… la competencia está en entrar en la liga de las capitales del G8.
Pero aunque Madrid esté genial (por su contexto, por la inercia de proyectos pasados, por su realidad y condición contenidos tantas décadas, por su patrimonio, por lo que sea) es compararla con esas ciudades, con la liga world-class, y sí, a nivel de planteamientos, estrategia y proyectos estamos por detrás del Madrid de 2006, de la Barcelona actual (que no es world-class, sino spanish class aspirando a catalan-class), y París, incluso Berlín (que es una ciudad que Madrid se podría merendar), no hablemos ya de Londres y Nueva York.
Me gusta compartir lo que se hace ahí, porque a veces no somos conscientes de las asignaturas pendientes que vamos acumulando, que aunque no nos demos cuenta nos hacen perder muchas oportunidades. Temo que muchos compañeros no conocen el dinamismo, la magnitud y la constancia en la transformación de algunas de esas grandes ciudades.
Que mientras nos comparábamos con Nueva York se estaba comentando una renovación de aceras o y una peatonalización como ejemplos del dinamismo y la ambición de proyectos de la ciudad…
Lo comentaba Platón, “lo que las gentes llaman paz no es más que un nombre, y en realidad hay una guerra perpetua y no declarada de cada ciudad con todas las demás”.
Sinceramente, tener un circuito de F1 es el chocolate del loro. No creo que te coloque en ningún sitio. Aspiramos a ser Mónaco o aspiramos a competir con las grandes urbes del globo?
A una ciudad que aspira a ser universal no le
hacen faltan eventos de este tipo que generan más agujeros económicos que otra cosa. Madrid es más que eso.
Según La Vanguardia, “Madrid supera ya en 10 puntos a Barcelona en lo que ventas a ciudadanos extracomunitarios se refiere, según datos del Tax Free, de la devolución a turistas extranjeros de impuestos de sus compras”. Madrid habría recuperado el 95% del importe anterior a la pandemia y Barcelona el 75%. Para el representante de los comercios del Paseo de Gràcia la caída del turismo ruso afecta mucho más a Barcelona, pero también “el empuje de la apertura y reapertura de grandes hoteles de lujo en Madrid no hace otra cosa que atraer a estos clientes. En Barcelona, sin embargo, hace años que no abre ningún hotel de lujo. Además, muchas imágenes que transmiten sensación de inseguridad ahuyentan a este tipo de público”.
Para la asociación de comerciantes del barrio de Salamanca, este impulso se debe en gran medida al crecimiento de una oferta de alojamiento muy especial. “Four Seasons, Mandarin Oriental Ritz Madrid, Rosewood Villa Magna, Santo Mauro Autograph Collection, The Madrid Edition, Pestana CR7 Hotel… La avalancha de aperturas y reaperturas, de hoteles de cinco estrellas y de restaurantes de alta cocina que se inició en 2021 colocó a Madrid en el top tres del lujo europeo. Solo por detrás de París y Milán, según el último informe presentado por Bain & Company este mes de agosto.
A veces sí y a veces no.
De hacerse en torno al Bernabéu, se reforzaría esa imagen del estadio con la ciudad, moderna, con sus torres y sus amplias avenidas.
El partido Madrid Barça del otro día se transmitió a una audiencia potencial de 600 millones de espectadores. Además de eso, las carreras de Formula 1 tienen una audiencia media de unos 60-70 millones de espectadores y casi todos son de pago.
Mostrar ese eje a tanta gente tiene sus frutos en cuanto a imagen de marca y atracción de talento. Porque sí, quizá a ti te parezca que Mónaco no es nada. Pero cualquiera que esté en la costa azul francesa sabe que donde pasan las cosas, a veces es en Mónaco y no en Niza, a pesar de que tiene mucho más espacio de crecimiento.
Y esa es la clave: enseñar que en Madrid pasan cosas. Partidos, torres, carreras, negocios, tecnología, conciertos, trabajo…
Mientras que otros apuestan por abrazos al sol por las mañanas, tirar pintura a inversores por la tarde, y barricadas de contenedores ardiendo y saqueos por las noches.
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Y eso que, por ejemplo, lo de las supermanzanas se ideó antes aquí que ahí. O que los estudios madrileños tengan, probablemente, más renombre internacional.
Lo de la capitalidad tiene sus dos caras. Por un lado, sí, hay más empleos estatales e instituciones culturales de primera.
Pero ser el foco mediático del país puede ser bastante negativo, como ha venido pasando desde Carmena, en esta legislatura ha alcanzado su cota máxima: esa politización tan poco productiva, al ser plató principal del show-político nacional. Ayuso y Almeida, antes (aunque algo menos) Carmena y Cifuentes, se están centrando en la cuestión mediática. Todo lo demás es secundario.
Así es difícil establecer proyectos serios y ambiciosos o legados duraderos.
Es curioso, Barcelona antes era el escaparate del lujo hacia el mercado extranjero y Madrid hacia el mercado nacional. Pues parece que ya no, Madrid se ha zampado también el extracomunitario.
A nivel personal en los últimos años, Madrid como ciudad me ha regalado dos cosas maravillosas que siempre recordaré durante toda la vida: una es Filomena y la otra vivir desde dentro cómo se ha convertido en una ciudad de primera a nivel económico y cultural cuando nadie daba un duro por ella e incluso era despreciada desde ciertas posiciones (y todavía lo sigue siendo).
Dos de los debates surgidos en el foro últimamente, y conectados entre sí, han sido, la concentración de las zonas turísticas en el centro de la ciudad y la destrucción del patrimonio histórico en Tetuán. Lo pongo aquí porque surgió varias veces en este hilo, comparándolo con Seúl y con Barcelona.
En ambos casos me vino a la cabeza el caso de Guindalera, y la verdad es que me imagino como sería Madrid si se hubiera respetado la arquitectura moderna de ese barrio. Sería una zona de gran interés turístico, ya que además allí se encuentra la Plaza de Toros de Las Ventas (solo que ahora el entorno no es precisamente bonito).
Efectivamente, una de las grandes diferencias entre ambas ciudades es que Barcelona, a parte de tener monumentos muy mediáticos a nivel mundial tiene una gran cantidad de patrimonio disperso muy turistificado, cosa que Madrid se ha empeñado y se empeña en destruir. De hecho el caso madrileño es más sangrante porque Madrid tiene varios centros históricos de los distritos periféricos que antes formaban pueblos separados, que han sido literalmente arrasados en pos de la modernidad.
No verás a ningún turista japonés ir a Carabanchel a ver edificios de ladrillo pero si podría haber ocurrido con su centro histórico. De hecho aún mantiene mucho patrimonio interesante que está dejado de la mano de Dios, la Finca de Vista Alegre o la Ermita de Santa María la Antigua que es la iglesia más antigua de la ciudad. Del mismo modo ocurre con patrimonio dentro de los antiguos límites municipales como Goya, ningún turista va a ir a ver el adefesio del Wizink Center pero imaginaros si siguiese en pie la antigua plaza de toros reconvertida en espacio de eventos. En fin, suma y sigue.
Tibidabo, Poble Espanyol, Hospital Sant Pau, Glòries, la Monumental, Plaza de Espanya, Camp Nou…y eso quitando los mayores atractivos turísticos que son los monumentos de Gaudí que están dispersos por los ensanches de la ciudad.
En cuanto a las visitas pues no tendrían la afluencia de la Sagrada Familia, pero de haberse mantenido el patrimonio diverso en vez de convertir toda la ciudad en un monumento a los bloques de edificios con toldos verdes algo de personalidad habría.
Precisamente que en Barcelona barrios como Gracia o Sants sean un reclamo y consigan atraer turismo ( más el primero por la fama que le acompaña desde hace años) sin tener un gran catalizador patrimonial destacado se debe a haber mantenido la esencia histórica de estas zonas.
El respeto a las construcciones existentes, mantenimiento de la trama urbana y la preservación de su idiosincrasia histórica es lo que los hace atractivos.
En Barcelona además se ha respetado buena parte de su patrimonio industrial lo que supone que la reconversión de muchos de estos edificios se convierte ahora en reclamo de las zonas donde se encuentran.
Se me ocurren la gran transformación de Cristalerias Planell de H arquitectes, la deliciosa reforma del edificio de la cooperativa obrera Pau i justicia en Poblenou, convertido ahora en Sala Becket por Flores i Prats, la reforma de la cooperativa Lleiltst Santseca también de H arquitectes, la recuperación de una de las naves de Can Batllo por La Col cooperativa o la transformación de la Fabra i Coats
Puedes desarrollar un poco este tema que no sé exactamente a qué destrucción te refieres y no creo que sea a la apertura de la Rambla del Raval, la creación del MACBA m o al desarrollo de la Via Laietana ( en una operación muy similar a nuestra Gran Via)
Vista alegre, puerta bonita, las quintas de los Molinos y torre Arias, el castillo de la Alameda de Osuna (Del siglo XV), los cascos históricos de Villa de Vallecas, Vicálvaro, canillas…
Hay múltiples ejemplos de patrimonio conservado.
En lo que falla Madrid es en el marketing que haga que se conozcan.
Te diría que, incluso, equipamientos como el polideportivo+centro cultural Daoiz y Velarde, en Pacífico, que es una maravilla, la Serrería Belga, Caixaforum, Sala de exposiciones en el depósito del CYII en Santa Engracia; por no hablar del Museo del Ferrocarril o el Centro Cultural Conde Duque.
Con esto, no quiero decir que en Barcelona no haya instalaciones muy valiosas, sino que quiero romper una lanza a favor de Madrid y contra ese mantra que se tiene de que aquí se ha destruido todo y que es una mierda, comparado con el patrimonio de Barcelona.