El problema de la preservación de un idioma “regionalmente concentrado”, perdonen los catalanoparlantes, es algo que he experimentado en mis propias carnes, en otra región europea, que muchos comprenderán porqué es afín en sus reivindicaciones a lo que lleva pasando en Cataluña desde hace unos años. Me refiero a la homóloga Flandes en Bélgica. Acaso pensáis que Puigdemont escogió para su repliegue esa región al azar? En absoluto, sabía que le acogerían con los brazos abiertos. Pues bien, en esa hermosa región de Flandes tuve la suerte de conocerla durante algunos años por razones laborales. Si pensamos que el nacionalismo catalán ha llegado a límites de tolerancia inaguantables para muchos españoles, pues voy a dar la mala noticia de que se puede todavía ahondar mucho más en esa dirección de intolerancia, si observamos lo que sucede en la paradisíaca Flandes…
Chapurreo algo de francés, así que un día me perdí en el coche por la campiña flamenca sin saber que había entrado en un feudo flamenquista extremo duro. Me paré delante de una tienda a comprar unas bobadas que necesitaba y sabiendo que sobre todo no había que decir al tendero “Bonjour”, le dije “Hello”… sin problema, al momento de pagar le pregunté por un mapa de la zona que estaba escrito en las dos lenguas oficiales mayoritarias del país, el neerlandés y el francés. Pues bien, ingenuamente le pedí al tendero que me indicara la dirección de un pueblo mostrándole la versión en francés con el dedo. Contestó que no sabía. Me quedé un poco extrañado, la verdad que el pueblo estaba a apenas 20 km de su tienda. Viendo que no era una persona de esos lares, me dijo que me lo podía explicar sobre el otro lado del mapa, que venía en su lengua. El mapa estaba duplicado por las dos caras, idéntico, salvo que una cara estaba en francés y la otra en neerlandés. Bueno, pues en neerlandés indicó su dedo índice con toda seguridad, diciéndome algo como “here”… en el mapa en francés creo que todavía estaría esperando que me pusiese el dedo.
Y más, ¿sabéis que para comprar un terreno, una casa, o una ruina, en Flandes, es necesario pasar un examen de lengua básico en neerlandés? De esta forma quieren evitar que su territorio se venda a extranjeros que no hablan su lengua. Es una norma antieuropea flagrante, que va contra el libre movimiento de capitales y el libre establecimiento de los ciudadanos europeos. Varios europeos han recurrido este proceder al tribunal de justicia europeo, que ha dictaminado obviamente que dichas prácticas son anticonstitucionales de la UE, pero eso no les importa… se aplica de forma camuflada.
Las lenguas identitarias “pequeñas” tienen el peligro de constituir un ideal, como el santo Grial, de los nacionalismos excluyentes. Acaso piensan que así van a promocionar su lengua y cultura a otras partes? Me quedé sin visitar la histórica biblioteca de Lovaina, en zona flamenca, por esas razones. Al parecer, dicha biblioteca en el pasado tenía una colección de primer orden histórico, libros en francés antiguo, en latín, en hebreo, en neerlandés… pues el nacionalismo flamenco consiguió escindir el patrimonio de dicha biblioteca en dos sedes. Una en Lovaina, con solamente los libros en neerlandés y afines, y otra en Valonia, con el legado de libros en francés. Es miserable.
Así que nos podemos dar aún con un canto en los dientes en España, tiempo al tiempo, en Cataluña se puede envenenar todavía mucho más la huida hacia adelante de los extremistas. Claro está, tendrá un coste cultural y socioeconómico tremendo, pero eso en la mente de unos fanáticos no importa mucho. Ojalá no llegue jamás.