Para los enemigos de los concursos… Y perdonadme el cherry picking.
Cuál es la diferencia entre una escuela pública en Shenzhen y en Madrid…
Pues…
Y lo que me parece muy fuerte: no solo la arquitectura pública.
Cualquier cosa que se pueda considerar “icónica” o de gran importancia para la ciudad, aunque el promotor sea privado, ale, a la oficina de concursos 
No nos podemos ir quedando tan atrás.
Recordemos al ¿consejero? sobre el proyecto de la Ciudad de la Justicia.
No habrá excéntricas construcciones ni arquitectos vanguardistas. No es el objetivo. Huimos de firmas de diseño para apostar por la usabilidad.
No puede ser que en una ciudad china de cuarta categoría se tomen más en serio estas cosas.
Tampoco ayuda la ley de calidad española, muy “pachamamesca” (obligar no obliga a casi nada, pero mucha “concienciación”, “fomento de” y “sensibilización”).
No se como cuesta tantísimo implementar algo que evidentemente funciona y no supone un coste mayor significativo. Encima a través de la competencia.