A mí hay cosas que no me encajan del proyecto (creo que como a todos: fachada sur, cubierta, entrada). No puedo evitar que el ritmo de huecos y vacíos me dé cierto toc.
Pero la materialidad es muy buena, la idea también lo es, la integración yo creo que también, el espacio también es muy bueno, la localización y forma también (atención: de no haberse hecho este proyecto podríamos habernos quedado sin vistas desde la Plaza de la Armería), históricamente es fiel al proyecto del Palacio Real (que debía ampliarse, de hacerlo, por ahí y así), usa un lengua institucional y clásico depurado, referencia a grandes obras de la monarquía (Palacio Real y El Escorial), una obra elegante…
El interior puede ser CANELA FINA, pero lo que es indiscutible que ni estética ni volumetricamente dialoga con el entorno.
Además, contratar decir que Tuñón y Mansilla no han arquitectura espectáculos, tampoco creo que sea correcto. Habrá arquitectos mas vistosos, más estridentes, más ‘flamboyant’, pero esto por muy granitico que sea no lo considero discreto.
Y Tonino, en un museo, el continente también es importante. Si esta a la altura, miel sobre hojuelas.
Precisamente porque me lo he pensado dos veces no digo lo que pienso de esta oportunidad perdida. Lo he dicho mil veces, este edificio en otro lugar sería estupendo, ahí, tal como está ejecutado, no.
En cuanto al Premio, hasta donde yo sé, lo recibe por su carrera, que sí tiene obras destacables. Esta no lo es.
Y me permito recordar que ya teníamos un proyecto ganador para la Galería, que le pegaba mil vueltas a éste, pero que acabó en los juzgados.
Pues creo que la distorsión la tienes tú, puesto que la foto que aportas NO corresponde a la realidad.
Porque ni el remate superior es el real, con sus “maravillosa chimeneas a la vista” ni tampoco las rampas inferiores son de ese color (son de ladrillo)
Lo de poner una foto desde un ángulo que es IMPOSIBLE que un visitante de Madrid lo vea y además al atardecer, donde quedan difuminadas las disparidades cromáticas ya ni lo comento.
Si te quieres engañar a ti mismo estupendo, pero lo siento, no cuela.
Me hace gracia esta vista en donde se tapa con los árboles todo el frente menos la entrada, que parece la Casa Farnsworth, o mejor, la Glass House de Johnson
Mira por dondo, me parece un proyecto que le da mil vueltas a lo que tenemos. Solo en el plano que aportas se ve que es menos invasivo, entre otras cosas porque no tiene la planta superior que le sobra al edificio actual.
Supongo que Truñón quiere presumir de chimeneas de acero inoxidable al viento.
A mi la obra desde un punto de vista global me parece magnífica, pero hay tres detalles que me chirrían enormemente:
En primer lugar la fachada sur en la Cuesta de la Vega. Creo que se podría haber hecho algo más que un mero muro ciego, le falta algo… le falta ligereza.
En segundo lugar el acceso principal, como está rematado, acercándose más a la estética de una caseta de obra que a la de la entrada de un museo.
Y para finalizar, las instalaciones en cubierta, obviamente no ha sido pensada su ubicación y su posible ocultación. Creo que no habría sido difícil si se hubiera planteado inicialmente su presencia, pero tengo la sensación de que ni fueron pensados.
En la Plaza de la Armería tendríamos dos aliens que la desvirtuarían para siempre: el cubo de vidrio y la entrada que cerraría visualmente el mirador. Una de las virtudes del proyecto de Tuñón y Mansilla es que la entrada al museo queda escondida. Una pena que no se haya resuelto como merecía el proyecto.
Y si bien es cierto que la vista desde el Manzanares tendría menor altura, la construcción de vidrio sería un pegote. Y habría que ver cómo se resolvía la masa del museo, que en planos y maquetas todo queda muy igualado.
Respeto que haya admiradores de Tuñón y Mansilla. El gusto es libre.
Pero si alguien considera que la resolución del lateral es digna de un buen arquitecto para un proyecto museístico de este calibre creo que no está siendo del todo objetivo.
Se podía haber continuado con la sucesión de hileras del frontal.
Nadie quiere una nave espacial a los pies del Palacio Real, y por supuesto que la funcionalidad de un excelente museo es ser un perfecto continente para el contenido que se quiere mostrar. Pero con esa ideología de crear edificios anodinos y carentes de personalidad para no ensombrecer a otros no se habrían creado muchos de los majestuosos edificios del siglo xx y xxi.
La estética de este museo no responde a ninguna ambición estética, y NI SIQUIERA ha resuelto ni medianamente asuntos básicos de 1ér curso de arquitectura, como la inexcusable e incomprensible puerta de acceso y exhibición tan brusca de chimeneas y acondicionadores.
Es un edificio que ya es aburrido, nació aburrido. Nació sin ninguna ambición de ser admirado.
Hemos visto esa arquitectura exterior en millones de edificios de un uso y presupuesto muy moderados y humildes como pabellones deportivos, escuelas, centros médicos…
Adjunto foto de uno de mil ejemplos.
Y decir que la sucesión de hileras de sólidos y vanos es ridículamente manida.
Se hizo, y de qué sublime manera hace miles de años en Egipto en el templo de Hatshepsut.
Y posteriormente por millones de arquitectos, copiando esos volúmenes de un modo mucho más grácil y armonioso.
Ya que no creas nada nuevo… Al menos reproduce lo que ya han hecho miles de arquitectos de una manera mucho más firme, bella y con una mínima aspiración de perdurar.
No olvidemos que hablamos de un Museo que lleva desde 1936 planteándose. Que podía haber sido un icono de Madrid ( y cuando digo icono no me refiero a un globo fucsia aerostático… Hay bellísimos edificios que se han convertido en icónicos siendo sobrios, bien delineados y respetuosos con el entorno…)
Por supuesto que los interiores estarán bien, pero podíamos haber aspirado a muchísimo más.
Podría haber sido una idea fantástica.
Hay cientos de habitaciones vacías, qué mejor espacio para las colecciones reales que el propio palacio real. O haber hecho si fuera posible algún túnel comunicante entre el nuevo museo y el palacio, para, como fin del recorrido museístico, toparte con la sorpresa de un espacio regio que dejara a todos hipnotizados y asombrados.
El objeto del presente convenio es articular la colaboración entre Patrimonio Nacional y la Fundación Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno para el patrocinio de los ciclos de conferencias «Los martes en Palacio» y «Los martes en la Galería», que se celebrarán en el año 2023 en el Palacio Real de Madrid y otros Reales Sitios del Patrimonio Nacional.
Actividades.
La actividad objeto del presente convenio será la celebración de una serie de conferencias, en torno a los siguientes ciclos:
Ciclo «Los martes en Palacio», se celebrarán las siguientes conferencias:
– Sorolla en el Palacio Real de Madrid. Sede: Palacio Real de Madrid. Marzo de 2023.
– Los proyectos de Patrimonio Nacional en el Real Sitio de Aranjuez. Abril de 2023. Sede: Teatro del Palacio de Aranjuez.
– Los proyectos de Patrimonio Nacional en San Lorenzo de El Escorial. Mayo de 2023. Sede: Iglesia Vieja del Monasterio de El Escorial.
– Los proyectos de Patrimonio Nacional en la Granja de San Ildefonso. Junio de 2023. Sede: Palacio Real de la Granja.
Ciclo «Los martes de la Galería», se celebrarán las siguientes conferencias, en la sede de la Galería de las Colecciones Reales:
– La Galería de las Colecciones Reales: las bases de un gran proyecto. Septiembre de 2023.
– La Galería de las Colecciones Reales: una identidad. Octubre de 2023.
– Exposición temporal «En movimiento», carruajes en la Galería de las Colecciones Reales. Noviembre de 2023.
– La Galería de las Colecciones Reales en imágenes. Diciembre de 2023.
El nuevo edificio, y su continuidad frontal con palacio, tiene la virtud de minimizar el adefesio de la almudena. En cuanto al lateral, me fastidia que sea tan cerrado y no permita ver la cornisa de las vistillas ni la cuesta de la vega, pero como ambas zonas no están para tirar cohetes y encima hay al lado una virgen empotrada y una abigarrada cripta, entiendo que los arquitectos hayan contrapuesto una pared a tanto pupurri religioso
