En el interior del Campo del Moro frente a la Galería por el acceso desde Cuesta de la Vega queda mucho por hacer.
El asfalto (menuda cutrez) y ese ascensor ahí en medio, son un claro ejemplo de improvisación que estéticamente afea bastante.
Subiendo la Cuesta unos anormales han quemado las ofrendas que la gente suele dejar a la virgen.