No comparto considerar a Hamás como un grupo de resistencia, viendo la historia de los últimos años en Gaza.
En 2005, con Ehud Olmet de primer ministro, Israel se retiró completamente de Gaza y desmanteló todos los asentamientos israelíes en dicho territorio, en un gesto de buena voluntad.
Con la retirada, los palestinos tuvieron el control total de Gaza. En 2007, no obstante, Hamás empieza a gobernar en Gaza y en lugar de cuidar por su población y su desarrollo, se centra en su política de lucha armada. Alta militarización de la sociedad, secuestros y lanzamientos de misiles a Israel. En esa época y hasta 2022, controlando todo el territorio de Gaza que les corresponde dentro de la linea verde, ¿resistencia a qué?
De la barbaridad del ataque terrorista del 7 de octubre hay pruebas de sobra.
Creo que todos estamos de acuerdo en que la solución es la existencia de dos estados que convivan pacíficamente y que Palestina tenga como capital Jerusalén Este.
Israel por mucho que algunos lo llamen “el ente sionista” es una realidad, es un estado que existe y funciona con 8 millones de habitantes, no se puede “aniquilar” como defiende Hamás.
Los palestinos tienen que asumir que Israel ya existe y que tienen que convivir con ese estado y compartir el territorio. No es realista hablar de “liberar” todo el territorio “desde el río hasta el mar”.
Son décadas en las que las autoridades palestinas han apostado por la lucha armada y la violencia terrorista que sólo han servido para que Israel cada vez se radicalice más. Recuerdo perfectamente en los 2000 cuando eran frecuentes los atentados suicidas con bombas en autobuses y restaurantes de Israel por militantes palestinos hasta que se hizo el muro con Cisjordania.
España y la comunidad internacional en general debería intentar que los palestinos abandonen definitivamente la “lucha armada” y el uso de la violencia, liberen a los rehenes, asuman que les toca convivir y negocien un reparto justo del territorio.